No se esperan grandes anuncios ni avances muy concretos pero la reunión que él Miércoles ellos mantendrán Joe Biden y Xi Jinping al margen de la Cumbre de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico que se celebra en San Francisco no podría ser más trascendentalni siquiera para EE.UU y Porcelana ni para el Políticas globales.
Desde su única reunión cara a cara desde que llegaron al poder, una reunión de tres horas que tuvo lugar hace casi un año durante la cumbre de la G20 En Bali (Indonesia), los dos dirigentes no han mantenido ningún contacto directo, ni siquiera telefónico. Desde entonces, han aparecido nuevas tensiones entre ambas potencias y el estallido y riesgos de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza se han sumado a un complicado tablero geopolítico global. Y por eso la reunión, a la que Washington llega con la intención declarada de buscar la “estabilización” de las relaciones, cobra una relevancia que va más allá de Washington y Pekín.
Biden va a presionar a Xi para que ejerza su músculo diplomático con Irán para intentar evitar la extensión regional del ardiente e incendiario conflicto en Oriente Medio, como anunciaron altos funcionarios de la Casa Blanca en una llamada con la prensa el jueves. Pekín es uno de los principales compradores de petróleo e inversores en Irán y Washington quiere transmitir a Teherán la idea de que "es fundamental que no busque escalar o extender la violencia" en la región, así como que "EEUU está preparado para responder y hacerlo rápidamente” en caso de cualquier “acción provocativa” de Irán o asociados como Hezbolá.
Biden también busca que China ejerza su influencia con Corea del Norte ante el avance de las pruebas de misiles balísticos de Pyongyang, que está reabasteciendo a Rusia de munición para hacer la guerra guerra en ucraniasegún EE.UU. a cambio de tecnología de punta para su propia programa nuclear.
“Todo sobre la mesa”
La agenda de la reunión, en cualquier caso, es mucho más extensa y, según fuentes americanas, “Todo está sobre la mesa”. Fundamental, como en todas las conversaciones entre EE.UU. y China, será Taiwándonde se celebran elecciones en enero, pero también otros cuestiones militares, comerciales y económicas. “La intensa competencia requiere y requiere una intensa diplomacia para gestionar las tensiones y evitar que la competencia se convierta en confrontación o conflicto”, dicen los altos funcionarios, reiterando la filosofía sobre la relación bilateral que Biden suele expresar en público.
Uno de los principales esfuerzos del demócrata será intentar garantizar que Se reabren líneas directas de comunicación entre sus establecimientos militares, que China interrumpió tras la visita de Nancy Pelosi a Taiwán el pasado verano, cuando la demócrata aún era presidenta de la Cámara Baja. Y ese objetivo ya fue transmitido explícitamente en una carta este viernes por el jefe del Estado Mayor, general Charles Brown, a su homólogo chino, el general Liu Zhenli.
Washington también intentará buscar o intensificar la cooperación en cuestiones como lucha contra la emergencia climática, acerca de Inteligencia artificial o intentar que Pekín combata más enérgicamente la exportación de los componentes básicos con los que fentaniloel opioide sintético en el centro de una epidemia de adicción y muerte en Estados Unidos.
Objetivos chinos
Xi, por su parte, llega a la reunión con sus propios objetivos. Aunque Pekín no ha dado información públicamente sobre su agenda, Xie Feng, embajador chino en Estados Unidos, ha dicho que su país está intentando aseguran que “Estados Unidos no busca cambiar el sistema de China, no busca una nueva guerra fría, no apoya la independencia de Taiwán y no tiene intención de desconectarse". "Las relaciones aún enfrentan desafíos severos y aún queda un largo camino por recorrer para estabilizarlos y mejorarlos”, afirmó el diplomático el jueves en un vídeo difundido en una conferencia en Hong Kong.
El presidente, que pisó Estados Unidos por última vez en 2017, durante su estancia en San Francisco también participará en una cena con destacados directores ejecutivos, intentando revitalizar la imagen de China como destino de inversióngolpeado por una economía que se ha desacelerado y enfrenta varias crisis.
Un logro
Aunque se moderen las expectativas de grandes resultados de la reunión, su mera celebración ya es un logro. La séptima conversación entre ambos mandatarios desde que ambos llegaron al poder, y la segunda en persona, ha sido fruto de iintenso trabajo diplomático en los últimos seis mesescuando el Secretario de Estado Antony Blinken y otros miembros destacados del gabinete de Biden han viajado a China y también ha habido Visitas de altos funcionarios de Beijing a Estados Unidos. Y busca rehabilitar una relación siempre tensa que se volvió aún más conflictiva tras el derribo por parte de Estados Unidos de un globo espía chino, las agresivas acciones militares de China en el Mar de China Meridional y otras zonas de su región, la Posiciones divergentes sobre la guerra en Ucrania. ondas Restricciones al control de las exportaciones a China de tecnología avanzada. que impuso Biden.
Apelando a razones de seguridady con protestas previstas en San Francisco, No se ha dado información sobre el lugar exacto donde se llevará a cabo la reunión. Sólo se ha dicho que se llevará a cabo “en el área de la Bahía”.