Desde su llegada a las Grandes Ligas (MLB) en 2010 parecía claro que Aroldis Chapman estaba destinado a triunfar. Con una bola rápida que superó los tres dígitos en el arma de mph con bastante frecuencia, el cubano se convirtió en el terror de la mayoría de los bateadores en el escenario más grande. Más de una década después, ese sentimiento no ha cambiado.
Chapman, de 35 años, está en medio de otro fuerte concurso de Grandes Ligas después de un 2022 olvidable con los Yankees de Nueva Yorkuna divisa con la que, además de registrar un bajo rendimiento, también tuvo problemas extradeportivos.
Pero este año, primero con el Reales de Kansas City y ahora con el Vigilantes de Texas, el zurdo parece haber recuperado la calma que le lleva a convertirse en tormenta para los contrarios. El vendedor registró un 2.18 efectividadcon un WHIP de 1.10 y 84 ponches en 45 entradas y un tercio de trabajo antes de la faena de este jueves, además de cosechar un trío de salvamentos.
Y ahora, el cubano se convirtió además en el decimotercer relevista en la historia de la carpa grande con más ponches (1.129), justo detrás de los inmortales trevor hoffmann (1.133) y Mariano Rivera (1.135) y el venezolano Francisco Rodríguez (1.142).
Su desempeño en el torneo actual sugiere que Chapman aún no está cerca del final de su carrera.así que antes de que haga su último lanzamiento en la máxima categoría, podría estar entre los 10 mejores relevistas ponchados de todos los tiempos.
Las Antillas ha recibido siete invitaciones a la Juego de Estrellas a lo largo de su carrera y se coronó campeón de la Series Mundiales con el perros de chicago en 2016.
