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El síndrome de ‘Boreout‘ surge de la monotonía y la falta de retos en el entorno laboral y puede llegar a tener consecuencias negativas para la salud mental.
Las personas que padecen este síndrome sienten que no son útiles y creen que sus tareas son demasiado monótonas y tediosas, o que no corresponden con sus capacidades, ya sea por tener muchas o por no tener ninguna.
Cerca del 20 % de los trabajadores españoles dudan de sí mismos y de su trabajo realizado, según un estudio de Cigna 360-Vitality.
Esto puede provocar, por un lado, que realicen su trabajo con mucha facilidad y cómo les sobra tiempo en su jornada laboral se aburran, o por otro, que tengan la sensación de que nunca podrán desempeñar un trabajo con una gran responsabilidad y se sientan menospreciados por ello.
“En este contexto, el aburrimiento genera inquietud y ansiedad debido a la sensación de que el tiempo no avanza y, sobre todo, de no ser productivos y procrastinar”, señala Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare España.
Al igual que el famoso ‘burnout‘, el ‘boreout’ es un síndrome que afecta de manera notable al bienestar de los trabajadores. Por este motivo, se convierte en una de las principales cuestiones que se plantean en las empresas.
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Los síntomas del boreout
Este síndrome puede desembocar en síntomas como:
La doctora Daniela Silva, eHealth Medical Manager de Cigna Healthcare, explica que en ocasiones es una situación difícil de descifrar.
Por lo tanto, “es importante que desde la empresa estén interesados en hablar con el empleado, como se encuentra, y estar pendiente de ellos, por que a veces nosotros mismos, como trabajadores, no sabemos exactamente que nos ocurre”, señala la especialista.
¿Cuánto puede durar el síndrome?
La doctora esclarece que la duración depende mucho de cada situación. Hay personas que pueden estar mucho tiempo en una tarea operativa y no tener ningún problema y otras que lleven pocos meses y desarrollar síntomas.
Depende mucho también de las expectativas que tenga el empleado sobre el trabajo al que se dedica.
Por este motivo, “es conveniente saber identificar los signos y las señales de alarma para poder intervenir de forma efectiva”, resalta la médica.
¿Qué podemos hacer como trabajadores?
Daniela Silva explica que es importante que como trabajadores hagamos una pausa para reflexionar sobre nuestras tareas en el trabajo y sobre como nos sentimos para realmente poder identificar el problema y solucionarlo.
Posteriormente es necesaria una fase de análisis en la que se examine que aspectos resultan aburridos o poco satisfactorios.
Una vez con el análisis ya hecho, la doctora recomienda comunicar la situación a la persona responsable y plantear posibles cambios de responsabilidades con los que mejorar las circunstancias.
“Es importante priorizar nuestra salud mental y establecer metas personales y profesionales”, señala la médica.
Otra de las soluciones que propone Silva es practicar técnicas de relajación durante el día que ayuden a bajar los niveles de cortisol, la horma del estrés.
Los trabajos con mayor riesgo
Los trabajadores con mayor riesgo son aquellos que realizan tareas repetitivas, monótonas, muy mecánicas y que no supongan un desafío.
Uno de los ejemplos que pone la doctora es un trabajo de oficina, con tareas rutinarias, administrativas, temas que son muy operativos y que le piden al trabajador poco análisis.
¿Se produce más en hombres o en mujeres?
“Tanto hombres como mujeres pueden experimentar el boreout”, señala la experta.
“Es verdad que las mujeres suelen tener más responsabilidades de forma cultural, por ejemplo, a nivel familiar, lo que provoca que tengan un mayor dinamismo en su día a día, mientras que los hombres al dedicarle más tiempo exclusivamente al trabajo tienen un mayor riesgo de aburrirse y de tener boreout, ya que desempeñan tareas relacionadas con el trabajo durante más horas al día”.
Aun así, Silva aclara que no es una cuestión de género, sino, más bien, de contexto laboral.
Cómo tener contentos a los empleados
Es importante que desde las empresas se identifiquen que trabajadores pueden estar en riesgo de desarrollar ese tipo de síndromes, expresa la profesional.
La doctora Silva explica que algunos de los mecanismos que pueden usar las empresas para evitar el boreout son ofrecer actividades de capacitación, presentar retos nuevos, brindar la oportunidad a los empleados y delegarles tareas con una mayor responsabilidad.
“Es muy importante que los trabajadores sientan autonomía”, sostiene.
Con esto se refiere a darle la suficiente confianza al empleado para poder desarrollar sus tareas y no estar siempre encima de él con un seguimiento estricto y muy detallado.
Consejos para tomar medidas
Daniela Silva anima a los trabajadores a que no tengan miedo y se comuniquen con la empresa si creen que padecen el síndrome de boreout.
“Lo más adecuado es que se hable con el encargado directo de forma honesta y con una idea preparada de lo que se va a decir”, recomienda.
La doctora aconseja que el trabajador previamente identifique lo que está ocurriendo y proponga directamente una solución o recomendaciones para que las circunstancias cambien y no solamente manifestar la queja o preocupación.
De esta forma, será notable el interés que posee el trabajador por crecer y realizar tareas que sean diferentes y supongan un reto.