El jefe de la diplomacia estadounidense. antonio parpadeo instó el miércoles a su homólogo chino, Qin Gang, a mantener abiertos los canales de comunicación antes de viajar a Beijing este fin de semana. El Departamento de Estado confirmó el viaje, que será el primero de un diplomático estadounidense de su rango en casi cinco años.
Daniel Kritenbrink, Sin embargo, el principal funcionario de Asia Oriental del Departamento de Estado reconoció que Estados Unidos es "realista" sobre qué esperar del viaje. "No vamos a Beijing con la intención de lograr algún tipo de avance o transformación", dijo Kritenbrink a los periodistas. Blinken va, por el contrario, con un "deseo sincero para manejar nuestra competencia de la manera más responsable posible". Estados Unidos espera que el viaje "reduzca, como mínimo, el riesgo de error de cálculo para que no nos desviemos hacia un posible conflicto".
Antes del viaje, Blinken habló por teléfono con el ministro de Relaciones Exteriores de China, banda qing, y subrayó "la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación para manejar responsablemente" la relación, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Pekín insistió en las crecientes dificultades entre ambos países.
Qin Gang le dijo a Blinken que "desde principios de año, las relaciones chino-estadounidenses se han enfrentado nuevas dificultades y desafíos. Está claro quién es el responsable”, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
"China siempre ha visto y manejado las relaciones chino-estadounidenses de acuerdo con los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo postulado por el presidente Xi Jinping”, agregó. El ministro “explicó la posición solemne de China sobre Taiwán”, el principal punto de fricción entre las dos potencias, así como las “otras preocupaciones esenciales” de Beijing, dice la nota. provincias y espera recuperar la soberanía en la isla incluso por la fuerza si es necesario.
globo chino
El viaje de Blinken a China fue parte de un estrategia acordada en Indonesia en noviembre entre los dos jefes de Estado, Joe Biden y Xi Jinping, para evitar que la rivalidad entre las dos potencias se salga de control. Sin embargo, la visita fue cancelada en febrero después de que Estados Unidos detectara y derribara lo que consideró un globo de vigilancia chino que sobrevolaba su territorio, algo que Pekín negó.
Recientemente, ambas partes intentaron contener las tensiones nuevamente con una serie de reuniones, incluida una reunión a puerta cerrada entre el asesor de seguridad nacional de Biden, jake sullivan, y el alto diplomático chino wang yi en Vienna. Los puntos de conflicto entre ambas potencias se han multiplicado en los últimos años, especialmente en Taiwán.
Además, la Casa Blanca acusó la semana pasada a China de operar durante años una unidad de inteligencia en Cuba y de reforzarla en 2019 para aumentar su presencia en la isla caribeña. Una base en Cuba, a 150 kilómetros del extremo sur de Florida, sería vista por Washington como un desafío directo a Estados Unidos continental. Consultado en rueda de prensa sobre esta base, el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Wang Wen BinDijo que desconocía la situación pero criticó la política de Washington hacia Cuba.