"Es necesario haz que la esperanza supere el miedo", y este gesto que estamos haciendo aquí es un despertar de esperanza para millones y millones de brasileños y estadounidenses que necesitan tener la oportunidad". El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva Recuperó el lema de su campaña electoral de 2002 para comentar el encuentro con su colega de Estados Unidos, Joe Biden, con quien lanzó una iniciativa global en defensa de los derechos laborales. La conversación, en paralelo a la Asamblea General de la ONU, permitió no sólo un acercamiento bilateral, puesto en duda a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Como se comentó en Brasil, la cuestión venezolana no quedó excluida de una reunión celebrada especialmente por Lula.
El lanzamiento del Coalición Mundial por el Trabajo ha impulsado este enfoque. "La pobreza y la desigualdad no interesan a nadie. Y creo que lo que estamos haciendo aquí, en el corazón de Estados Unidos, es tratar de despertar esperanza", afirmó el presidente brasileño. Lula recordó su condición de trabajador en el corazón de São Paulo. "Vivía en una fábrica durante 27 años. Viví el desempleo, viví el mundo de las huelgas. De hecho, mi Ministro de Trabajo fue a visitar Sindicalistas estadounidenses en huelga en la industria del automóvill. "Creo que es una oportunidad de oro para nosotros". En ese sentido, destacó que la iniciativa podría abrir una posibilidad para la creación de “un mundo nuevo”. El objetivo de la cooperación es incluir a otros países.
Los dos presidentes acordaron los términos de esta iniciativa en agosto. "Esta es la primera vez que trato con un presidente interesado en los trabajadores", dijo Lula después de esa conversación telefónica. Biden, que se define como el presidente más sindicalista de la historia de América del Norte, y que tiene a estas organizaciones como uno de los pilares de su intento de reelección en 2024, agradeció a Lula su presencia en Estados Unidos. Resaltó a su vez los alcances de un proyecto que, se destacó, pretende abordar los nuevos desafíos que enfrenta el movimiento laboral a partir de los cambios tecnológicos y la necesidad de avanzar en la llamada economía verde. Lo que también se busca es la reducción de la explotación laboral, incluyendo cuestiones como el trabajo forzoso, el trabajo infantil y la discriminación laboral que afecta a las mujeres, las personas LGBTQI+ y diversos grupos raciales y étnicos.
El Gobierno del Partido de los Trabajadores hizo saber inmediatamente que este acuerdo con Biden no supondrá un mayor alineamiento con Washington en detrimento de las relaciones mantenidas con China. Lula también destacó que el acercamiento entre Brasilia y Washington también puede profundizarse a través de bloques como Los BRICS y el G-20. La foto compartida de los dos presidentes fue especialmente esperada en Brasil.
Armonías y discrepancias.
Los analistas brasileños suelen detectar un punto común entre Biden y Lula: para llegar a la presidencia tuvieron que derrotar a populistas de extrema derecha como Donald Trump y Jair Bolsonaro. Desde que comenzó el tercer mandato presidencial de Lula, Biden ha construido una relación basada en una agenda común entre los dos países.
Los vínculos entre ambos países atravesaron ciertos cortocircuitos hace meses. El periódico de São Paulo Estado lo atribuye a las declaraciones de Lula sobre la guerra en Ucrania y El papel desempeñado por Estados Unidos en el conflicto. Durante su viaje a China el pasado mes de abril, Lula criticó a Estados Unidos y a la UE por suministrar armas a Kiev. Las autoridades estadounidenses afirmaron estar "decepcionadas" e incluso "sorprendidas. Paralelamente, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, había aterrizado en Brasilia, donde ensalzó la"alineación"entre Moscú y el gigante sudamericano. La Casa Blanca en ese momento pidió explicaciones al Gobierno del PT.
"El ruido sobre Ucrania se ha disipado", dijo la embajadora de Brasil en Washington, María Luiza Viotti. "Hay un entendimiento de que Brasil no siempre estará de acuerdo, tendrá una identidad de posiciones con Estados Unidos y eso es normal en una relación entre dos países soberanos, con sus propios Los discursos de ambos líderes en la Asamblea General fueron convergentes en temas como la defensa de la democracia, el medio ambiente y la preocupación por el cambio climático. Sin embargo, la guerra en Ucrania los encontró con palabras diferentes. Biden fue enfático en la defensa de los país atacado, mientras Lula insistía Estado, "fue más vago" en sus comentarios.