Los Knicks de Nueva York han dado un golpe contundente al ganar los dos primeros partidos de su serie contra los Celtics de Boston. Con remontadas espectaculares en ambos encuentros, el equipo neoyorquino ha demostrado resiliencia y táctica, poniendo en aprietos a un Boston que llegó como favorito. Mientras la serie se traslada al Madison Square Garden, las preguntas sobre el futuro de los Celtics se multiplican.
### Mitchell Robinson, el factor clave
Mitchell Robinson ha sido, sin duda, el jugador más impactante de los Knicks en esta serie. Con un impresionante +32 en el tanteador, su presencia en la cancha ha sido determinante para el rendimiento defensivo de su equipo. Cuando Robinson está en juego, la defensa de los Knicks mejora en 17.6 puntos por cada 100 posesiones, un dato que ha dejado en evidencia las dificultades de los Celtics para encontrar respuestas ofensivas.
La estrategia de los Celtics de recurrir al "Hack-a-Mitch" —intencionalmente foulear a Robinson para sacarlo de la cancha— no surtió efecto en el segundo partido. El entrenador de los Knicks, Tom Thibodeau, mantuvo a Robinson en juego hasta que su equipo alcanzó el bono de tiros libres, lo que permitió a jugadores como Jalen Brunson sellar la victoria desde la línea de tiros libres.
"¿Que quieren sacarme del partido? Eso me hace sentir como una amenaza", declaró Robinson, quien ha demostrado ser un pilar fundamental tanto en defensa como en la estrategia ofensiva de su equipo.
### La presión recae sobre Boston
Kristaps Porzingis, una de las figuras clave de los Celtics, ha estado limitado por problemas de salud y ha jugado solo 27 minutos en esta serie. Su ausencia ha dejado a Boston sin una de sus principales opciones ofensivas, lo que ha dificultado su capacidad para explotar las debilidades defensivas de los Knicks.
A pesar de estar abajo 0-2 en la serie, Porzingis intentó quitarle presión a su equipo: "De alguna manera, esto elimina toda la presión que teníamos nosotros. Ahora los Knicks son los favoritos, así que no tenemos nada que perder. Solo tenemos que dejar todo en la cancha".
Sin embargo, la realidad es que los Celtics enfrentan un desafío monumental. Si caen 0-3 en la serie, su temporada estará prácticamente terminada. Además, la presión aumenta por las expectativas de que este sea un año clave para competir por el título, especialmente con las restricciones financieras que podrían obligar a cambios en la plantilla la próxima temporada.
### El futuro de la serie
Con la serie moviéndose a Nueva York, los Knicks tienen la oportunidad de cerrar el capítulo de los Celtics en casa. Por otro lado, Boston debe encontrar respuestas rápidas si quiere mantener vivas sus esperanzas de campeonato. El tercer partido promete ser un enfrentamiento emocionante, con ambos equipos conscientes de lo que está en juego.
Los Knicks han demostrado que no son un rival fácil, y los Celtics deben jugar con urgencia si quieren evitar una eliminación prematura. El baloncesto de postemporada siempre está lleno de sorpresas, y esta serie no es la excepción.
