La economía dominicana ha registrado un crecimiento débil en los primeros dos meses del año, alcanzando apenas un 1.5%. Esta cifra está por debajo de las expectativas de las autoridades locales, quienes proyectaban un desempeño más robusto. El bajo rendimiento se debe principalmente a la caída en los sectores de construcción y minería, ambos afectados por factores externos e internos.
En el caso de la construcción, el sector experimentó una variación interanual negativa del -7.7% durante enero y febrero de 2025. Este declive se atribuye a la incertidumbre económica global y a las tasas de interés relativamente altas, influenciadas por la política monetaria restrictiva de Estados Unidos. Como resultado, las empresas privadas han ajustado sus cronogramas de inversión, reduciendo la demanda de insumos clave para la construcción.
Por otro lado, la minería también mostró un desempeño negativo, con una variación interanual del -6.5% en el mismo período. La extracción de oro y plata se ha ralentizado debido a conflictos entre comunidades locales y empresas mineras. Estos enfrentamientos surgen por temas como reubicaciones de residentes y preocupaciones ambientales, lo que ha afectado las operaciones en los principales yacimientos del país.
El Banco Central ha señalado que la política monetaria restrictiva de Estados Unidos continuará influyendo en la economía dominicana en el corto plazo. Esto ha llevado a una mayor cautela en las inversiones, tanto públicas como privadas, impactando directamente en el crecimiento económico.
En resumen, la economía dominicana enfrenta desafíos significativos en 2025, con sectores clave como la construcción y la minería registrando números rojos. Aunque las autoridades buscan reactivar el crecimiento, los factores externos y los conflictos internos complican el panorama a corto plazo.