Las calles de sectores populares del Gran Santo Domingo, conocidos por su alta presencia de inmigrantes haitianos, lucen hoy desoladas. Zonas como Cristo Rey y la avenida Duarte, normalmente bulliciosas, muestran una actividad reducida y un ambiente inusual. Este cambio se debe a las recientes medidas migratorias implementadas por el presidente dominicano, Luis Abinader, quien busca frenar la inmigración ilegal y fortalecer la soberanía del país.
Durante un recorrido por estas áreas, se observó una notable disminución de la comunidad haitiana. Además, no se avistó ni un solo agente migratorio en el lugar. Las medidas del gobierno incluyen el reforzamiento de la presencia militar en la frontera, la ampliación del muro divisorio y la modificación de algunos artículos de la constitución. También se han creado nuevos organismos, como el Observatorio de Políticas Migratorias y el Consejo Nacional de Migración, para abordar esta problemática.
El presidente Abinader visitó recientemente la frontera dominico-haitiana junto al ministro de Defensa, Carlos Antonio Fernández Onofre. Durante la visita, se desplegaron tropas y se instalaron artefactos tecnológicos para mejorar la seguridad en la zona. Estas acciones forman parte de un plan integral para controlar la inmigración irregular y garantizar el orden en las regiones fronterizas.
En resumen, las medidas migratorias del gobierno dominicano están transformando el panorama de sectores tradicionalmente ocupados por inmigrantes haitianos. La reducción de la presencia de esta comunidad y la falta de actividad en estas zonas reflejan el impacto de las políticas implementadas.