La tasa del dólar ha caído más de cuatro puntos desde mediados de abril, lo que está generando un impacto mixto en la economía dominicana. Mientras algunos sectores se benefician, otros enfrentan desafíos significativos.
La reducción del dólar ha tenido efectos positivos en áreas clave como la factura petrolera, la compra de energía eléctrica, el costo de las importaciones y los pagos de la deuda pública. Por ejemplo, si el país importa petróleo por 30 mil millones de dólares, la baja representa un ahorro de 30 mil millones de pesos. En el caso de la energía eléctrica, la factura de compra ronda los 3.100 millones de dólares, lo que equivale al mismo monto en pesos ahorrados. Además, el gobierno prevé pagar 2.456 millones de dólares en intereses de deuda pública, lo que con la baja cambiaria significa 2.456 millones de pesos menos.
Sin embargo, no todos los sectores salen ganando. Los generadores de divisas, como el turismo, las zonas francas, las remesas y los fondos de pensiones, están siendo afectados negativamente. Las remesas, que tienen una proyección anual de 11 mil millones de dólares, podrían significar 11 mil millones de pesos menos para los receptores con una baja de un peso. En el turismo y las exportaciones, recibir menos pesos por cada dólar reduce la competitividad y la rentabilidad. Además, un 20% de los fondos de pensiones están en dólares, lo que podría resultar en una disminución de entre un 4% y un 8% en los estados de cuenta de las personas.
En resumen, la caída del dólar está generando un impacto dual en la economía dominicana, con beneficios para algunos sectores y desafíos para otros. Mientras el gobierno y ciertas industrias se benefician del ahorro en costos, los generadores de divisas enfrentan pérdidas significativas.













