Así como nuestros músculos pierden fuerza a medida que envejecemos, lo mismo ocurre con nuestros huesos.
Esto puede tener un efecto grave en nuestro estilo de vida y aumenta el riesgo de fractura, lo que está relacionado con un mayor riesgo de muerte.
Afortunadamente, así como podemos aumentar la fuerza de nuestros músculos, también podemos desarrollar fuerza en nuestros huesos.
Los huesos son mucho más que un simple andamio dentro de nuestro cuerpo. El hueso es un órgano complejo que presenta múltiples formas y tamaños.
Está compuesto por una mezcla diversa de componentes orgánicos e inorgánicos, como el colágeno y el calcio.
Combinados, estos componentes crean una estructura lo suficientemente maleable como para que los músculos tiren de ella para que podamos movernos, y al mismo tiempo son lo suficientemente fuertes como para proteger los órganos críticos.
El hueso no es la estructura sólida, inamovible y permanente que muchos podrían suponer que es. Un hueso sano y vivo permanece fuerte porque renovar constantemente (El hueso viejo y dañado se reemplaza por hueso fresco).
Este control de calidad interno hace que nuestro esqueleto reemplazado aproximadamente cada diez años en personas sanas, aunque esto ocurre más lentamente en personas mayores o enfermas.
variedad celular
Ciertas condiciones de salud pueden causar una pérdida ósea excesiva, como el cáncer o los cambios hormonales durante el embarazo. menopausia.
A diferencia de muchos otros tejidos, como los cartílagos, los tendones y los músculos -donde no hay muchas células diferentes-, el hueso está formado por multitud de células diferentes.
Estos incluyen células óseas, inmunes, grasas y sanguíneas, por nombrar algunas.
La acción combinada de este tipo de células ayuda a nuestro organismo a mantener un volumen óseo adecuado durante toda nuestra vida, para que podamos seguir activos.
Las células óseas especializadas (llamadas osteoblastos y osteoclastos) modifican nuestros huesos para reparar daños y aumentar el volumen dependiendo de las demandas que se les imponen.
Por lo tanto, un jugador de tenis que saca repetidamente con el mismo brazo tendrá como resultado un mayor volumen óseo en ese brazo.
Cómo cuidar tus huesos
Mantener el volumen óseo durante toda la vida es fundamental para mantener la salud y el bienestar.
La pérdida repentina de movilidad como resultado de una fractura tiene un efecto dominó en nuestro estilo de vida, donde ir de compras, visitar amigos o incluso realizar las tareas mínimas diarias en la casa puede resultar doloroso.
La densidad ósea (fuerza) se puede conservar independientemente de la edad con una buena dieta y ejercicio.
Se recomienda una dieta equilibrada rica en calcio (un mineral crucial para los huesos). intenta consumir 700 mg por día.
La leche, el yogur y el queso son excelentes fuentes de calcio. Si eres vegano, alimentos como tofu, frijoles y lentejas Contienen calcio.
Es posible que necesites tomar un suplemento si no puedes consumir la cantidad recomendada en tu dieta.
Otro dato importante es que nuestro cuerpo necesita vitamina D absorber completamente el calcio, por lo que pasar tiempo al aire libre es clave para que nuestra piel produzca vitamina D cuando se expone al sol. Procura exponerte al sol hasta diez minutos, dos veces al día.
En invierno, cuando tiende a haber menos luz solar, considere tomar una suplemento de vitamina D.
Él ejercicio es otra forma de mantener los huesos fuertes, especialmente los ejercicios de entrenamiento con pesas. Levantamiento de pesas.
Caminar y subir escaleras son buenas opciones para empezar si no haces ejercicio con regularidad. Pero las actividades más rigurosas como saltar la cuerda o entrenar con pesas son mejores, ya que estimulan el crecimiento óseo.
Esto se debe a que los músculos tiran con fuerza del hueso al que están unidos, estimulando el crecimiento.
Cualquier persona de cualquier edad puede realizar ejercicios de este tipo.
Sólo debes asegurarte de adaptar el ejercicio a tu forma física y nivel de habilidad.
También se recomienda aumentar gradualmente la cantidad de ejercicio para evitar lesiones.
Reduce los contaminantes en tu cuerpo. (como fumar y alcohol) también le dará a las células óseas la oportunidad de funcionar correctamente durante toda su vida.
Si le preocupa la fortaleza de sus huesos, o si tiene un problema de salud que puede hacer que su densidad mineral ósea disminuya (como la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal, la diabetes o el cáncer), siempre puede hablar con su doctor.