Feminicidio, embarazo adolescente y uniones infantiles, los flagelos de República Dominicana

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Pinterest
Telegram
Feminicidio, embarazo adolescente y uniones infantiles, los flagelos de República Dominicana

Santo Domingo (EFE).- Reducir sustancialmente la violencia contra las mujeres es, un año más, una asignatura pendiente en República Dominicana, el segundo país de América en feminicidios y donde prácticas como los embarazos adolescentes y las uniones infantiles suelen normalizarse, denuncian expertos.

Estas situaciones ocurren, precisamente, en el país donde hace más de seis décadas el régimen de Rafael Leónidas Trujillo asesinó a las hermanas Mirabal, símbolo mundial de la lucha de las mujeres.

De hecho, la ONU decidió que el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemorara cada año el 25 de noviembre, fecha en la que en 1960 aparecieron en un vehículo los cuerpos de las disidentes Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en el fondo de un barranco fingiendo haber sufrido un accidente.

Cifras alarmantes en República Dominicana

República Dominicana presenta cifras alarmantes: segundo país americano en feminicidios (2,9 por 100.000 mujeres) sólo superado por Honduras, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y al menos 669 mujeres asesinadas en los últimos cinco años.

Pero antes de los feminicidios, “la expresión más fatal de la violencia machista”, la víctima vive situaciones peligrosas. Así, en República Dominicana, alrededor de 7 de cada 10 mujeres mayores de 15 años afirman que en algún momento han sufrido violencia física y/o psicológica, dice en entrevista la oficial nacional de Programas de Género y Juventud del Fondo de Población. con EFE. de las Naciones Unidas (UNFPA), Jeannie Ferreras.

Para este organismo, dos fenómenos con importante prevalencia en República Dominicana son también la violencia, las uniones tempranas/matrimonios infantiles y los embarazos adolescentes, tema este último que, según Ferreras, sigue siendo “un desafío muy importante”, dado que en 2022 alrededor de El 20% de los nacimientos registrados correspondieron a adolescentes y cerca de 1.000 embarazos fueron menores de 15 años, en ocasiones fruto de abusos sexuales.

"Ésta es una cuestión que requiere más atención, más persecución y educación de la sociedad sobre una práctica normalizada", afirma.

Las uniones tempranas también son “una práctica culturalmente aceptada” y, aunque el matrimonio antes de los 18 años ha sido prohibido, alrededor del 32% de las mujeres entre 20 y 24 años dicen estar casadas o casadas antes de esa edad y, de ellas, un número importante lo hizo entonces antes de los 15 años.

Múltiples desafíos por delante

"Hay muchos desafíos para enfrentar la violencia contra las mujeres en el país", dice a Efe Sergia Galván, del movimiento feminista de República Dominicana, quien también alerta sobre la violencia obstétrica, "una de las formas de violencia más agravadas sin que las mujeres encuentren respuestas, empezando por la criminalización absoluta del aborto”.

República Dominicana es uno de los pocos países de América en los que esta práctica está totalmente prohibida, ante lo que numerosos sectores piden que el Código Penal incluya el aborto cuando la vida de la madre corre peligro, el embarazo es fruto de violación o incesto. . y si el feto presenta malformaciones que lo hagan incompatible con la vida.

Entre las tareas pendientes, la activista dice que institucionalmente urge aprobar la Ley Orgánica Integral contra la Violencia contra las Mujeres, ya que la norma actual es intrafamiliar y deja fuera tipos de violencia como la psicológica, patrimonial, económica, obstétrica. , violencia callejera, ciberviolencia o acoso laboral.

También considera fundamental avanzar en la tipificación de la violencia contra las mujeres porque muchas situaciones quedan impunes y crear un registro único de casos para evitar la revictimización y la pérdida de pruebas.

Educar contra la violencia

El UNFPA tiene clara la importancia de la educación para detener la violencia.

Aquí cobra gran importancia su proyecto “Haciendo sueños”, un taller en el que niñas y adolescentes de 8 a 15 años aprenden, a través del juego, las herramientas para poder reconocer y actuar frente a la violencia, para que consideren Ser ciudadanos de pleno derecho, conocer los sistemas de protección, ver que existen alternativas a la maternidad temprana o la unión, y conocer su cuerpo y los cambios que experimenta.

Este año también hay un club de chicos para fortalecer la masculinidad positiva, en el que se habla de gestión de conflictos, roles, prevención, autocuidado o prácticas saludables e igualitarias.

También para hombres adultos existe la iniciativa “Cambiemos la tarjeta”. Es especialmente interesante, dice Ferreras, ver cómo hombres muy mayores cuentan a los jóvenes que hicieron cosas que no fueron positivas y que, si lo hubieran sabido antes, sus vidas podrían haber sido muy diferentes. EFE

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Pinterest
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Noticias recientes

Selección del editor

No te pierdas ninguna noticia importante. Suscríbete a nuestro boletín.