Ya lo dijo Ortega y Gasset, todos somos en parte tributarios de nuestras circunstancias. En la Europea del Este, los protagonistas del impulso democrático no han sido las izquierdas -sobre las que pesa el pasado del comunismo y la sujeción a la URSS-, sino los liberales que desconfían del Estado. En Polonia, solo Donald Tusk, un centrista liberal que dirigió el país de 2007 a 2014 y luego fue presidente del Consejo Europeo, ha logrado en las últimas elecciones acabar con la involución de la extrema derecha del PIS (Ley y Justicia).
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