Esta semana, se ha vuelto a poner el foco a nivel internacional en el síndrome de la Habana, tras la emisión de un documental de la cadena estadounidense CBS sobre la enfermedad. Se trata de una extraña dolencia que fue detectada por primera vez en 2016, en la capital de Cuba, de donde toma el nombre.
Según la CBS, entre 2016 y 2017 al menos 25 americanos que trabajaban en la embajada estadounidense de La Habana fueron diagnosticados con este síndrome. Se da la casualidad, además, de que la gran mayoría de personas que padecen el síndrome son principalmente agentes de la inteligencia de Estados Unidos.
Síntomas
El militar retirado Greg Edgreen, director de una investigación del Pentágono sobre "incidentes de salud anómalos", ha explicado en el programa de la CBS ’60 minutes' que los afectados, mayoritariamente agentes de la inteligencia norteamericana, experimentan como primer síntoma una "sensación muy punzante en el oído".
El síndrome de la Habana se caracteriza por la presencia de mareos, dolores de cabeza e incluso falta de capacidad para concentrarse. Esta sintomatología se puede atribuir a lesiones cerebrales. Según Edgreen, muchos de los enfermos llegan a padecer secuelas mentales y nerviosas a largo plazo.
Origen
Los expertos apuntan a que el síndrome podría ser causado con un aparato que emite energía de radiofrecuencia y que estaría fabricado por la unidad 29155 de la inteligencia rusa (GRU, por sus siglas en ruso). El principal objetivo de estos ataques serían agentes de la inteligencia estadounidense, sobre todo altos cargos, según Edgreen.
En el documental, una supuesta agente de la FBI, apodada 'Carrie' por el programa, explica que a un supuesto espía ruso se le incautó hace varios años un dispositivo similar a un 'walkie-talkie' capaz de destruir ordenadores a distancia. Este dispositivo podría ser la base del arma incapacitante responsable de los casos registrados de síndrome de Habana.
Vinculación rusa
Las agencias de inteligencia Estados Unidos reconocieron en marzo de 2023 que no existían "pruebas creíbles de que un adversario extranjero tenga un arma o dispositivo de recolección" causante de problemas de salud como el síndrome de la Habana.
No obstante, Edgreen, líder de la investigación del Pentágono al respecto, reconoce que todos los afectados tenían en común que "habían estado trabajando en algo relacionado con Rusia", por lo que concluye que Estados Unidos "está siendo atacado".