El Hoyo de Friusa: Un lugar de contrastes y convivencia en República Dominicana
El Hoyo de Friusa, una zona ubicada en Bávaro, República Dominicana, ha sido centro de atención tras una reciente marcha contra la migración ilegal haitiana. Este sector, conocido por su dinamismo comercial y la presencia de mano de obra haitiana, es un ejemplo de convivencia entre dominicanos y haitianos, aunque también enfrenta desafíos como la percepción de inseguridad y la falta de servicios básicos.
La realidad detrás de la percepción
Aunque en 2022 el entonces director general de Migración, Enrique García, calificó el área como "la esquina más peligrosa del país", residentes locales aseguran que la convivencia entre dominicanos y haitianos es pacífica. Cristina Encarnación, propietaria de un taller en la zona, afirma que su negocio atiende a un público diverso, pero principalmente a haitianos, quienes son parte fundamental de la economía local.
"La convivencia aquí es buena. No tengo miedo porque nunca he tenido problemas con nadie", asegura Encarnación, quien vive en Friusa desde hace cuatro años.
El impacto económico
El Hoyo de Friusa es un punto clave para el comercio, con negocios que van desde hoteles hasta talleres y tiendas. Muchos empresarios dominicanos han encontrado en los haitianos un mercado rentable, especialmente en el alquiler de habitaciones, que oscila entre 8,000 y 14,000 pesos mensuales.
Sin embargo, los operativos de Migración han afectado a algunos comerciantes. Una vendedora ambulante haitiana explicó que sus ventas diarias han caído drásticamente desde que aumentaron las deportaciones. "Antes ganaba entre 2,000 y 3,000 pesos al día; ahora apenas llego a 400 o 500", lamentó.
Retos sociales y comunitarios
A pesar del dinamismo económico, la zona enfrenta problemas como la falta de agua potable, calles en mal estado y escuelas saturadas. José Santiago, líder comunitario y dueño de un colmado, denuncia que las autoridades no prestan suficiente atención a estas necesidades.
"Nos bañamos con agua mezclada con heces fecales. Las vías están intransitables y las escuelas no dan abasto", asegura Santiago. Además, menciona que la presencia de bandas juveniles en el liceo local es una preocupación creciente para los padres.
Convivencia y tensión
Aunque muchos residentes destacan la armonía entre dominicanos y haitianos, hay quienes señalan casos aislados de delincuencia vinculada a migrantes indocumentados. Andrés Guzmán, un acróbata residente en Altos de Friusa, menciona que algunos haitianos se dedican a actividades ilícitas, pero enfatiza que no todos son así.
"Hay quienes trabajan honradamente y otros que no. No podemos generalizar", dice Guzmán.
Operativos y corrupción
Desde octubre del año pasado hasta abril de este año, se han realizado 130 operativos en Friusa y Verón, resultando en la detención y deportación de más de 9,400 extranjeros, principalmente haitianos. Sin embargo, algunos denuncian que la corrupción permite el regreso rápido de muchos deportados.
Un albañil haitiano admitió haber pagado 20 mil pesos a policías para ser liberado tras un operativo. "Me llevaron y luego me soltaron después de pagar", confesó.
Conclusión
El Hoyo de Friusa es un reflejo de los desafíos y oportunidades que presenta la migración en República Dominicana. Mientras algunos ven en los haitianos una mano de obra esencial para la economía local, otros critican la falta de control migratorio y los problemas sociales asociados. La convivencia pacífica entre dominicanos y haitianos es una realidad palpable, pero también lo son las carencias que afectan a esta comunidad dinámica y diversa.