Unos desconocidos protagonizaron el viernes 22 de marzo un tiroteo durante un concierto de rock en el Crocus City Hall de la ciudad de Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, que dejó al menos 140 muertos. La situación de inestabilidad causada por el atentado por parte de terroristas islámicos agrava también el papel de Rusia frente al resto de países del mundo tras la invasión de Ucrania.
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