El canciller dominicano, Roberto Álvarez, ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que redoble sus esfuerzos y ayude a Haití a superar su profunda crisis. Durante su intervención en la Organización de Estados Americanos (OEA), Álvarez subrayó la necesidad de apoyar al pueblo haitiano en su lucha por alcanzar la estabilidad social, económica y política.
Álvarez recordó que, en febrero de este año, el Gobierno dominicano catalogó como "terroristas" a las bandas criminales que operan en Haití. Esta medida, según el canciller, demuestra el compromiso de República Dominicana con su vecino y resalta la urgencia de encontrar soluciones efectivas. Además, reiteró que la situación en Haití sigue siendo una prioridad para toda la región.
En otro momento de su discurso, Álvarez felicitó a Albert Ramdin por su elección como nuevo secretario general de la OEA. Destacó que es la primera vez que un caribeño ocupa este alto cargo. También expresó su deseo de que, en algún momento, una mujer asuma el liderazgo de la organización, algo que no ha ocurrido en décadas.
El canciller señaló que Ramdin enfrentará importantes desafíos, como los cambios en el orden mundial, el avance de las nuevas tecnologías y los retos actuales, por lo que deberá adoptar una visión renovada para el futuro. Recordó que, en 2005, cuando presidía el Consejo Permanente de la OEA, fue él quien juramentó a Ramdin como secretario general adjunto.
Respecto a la gestión del saliente secretario general, Luis Almagro, Álvarez reconoció que su mandato estuvo marcado por desafíos significativos y transformaciones clave dentro de la organización. Destacó el compromiso de Almagro con los derechos democráticos, los derechos humanos y la seguridad hemisférica, aspectos fundamentales para la agenda interamericana en los últimos años.
En resumen, el canciller dominicano instó a la comunidad internacional a no dar la espalda a Haití y a trabajar conjuntamente para encontrar soluciones duraderas. Además, celebró el nombramiento de Ramdin y destacó la importancia de avanzar hacia un liderazgo más inclusivo en la OEA.
