Bruselas pondrá a disposición de Ucrania 160 millones de euros para restaurar un 15% de la red eléctrica destruida por Rusia. La presidenta del actual y del próximo Ejecutivo comunitario hizo este anuncio en una rueda de prensa centrada en la infraestructura energética de Ucrania junto al director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol. Ambos coincidieron en la necesidad de que Bruselas siga apoyando energéticamente a Kiev en su defensa contra Rusia y Von der Leyen anunció un plan para aportar el 25 % de las necesidades energéticas de Ucrania este invierno, donde existe una brecha de 70 gigavatios (GW).
"Como amigos y socios de Ucrania, debemos hacer todo lo posible por mantener las luces encendidas ahora que se acerca el invierno", dijo Von der Leyen, quien planteó un plan de ayudas de 160 millones de euros que el viernes abordará en persona en Kiev con el presidente ucraniano, Vlodómir Zelenski.
En concreto, la Comisión Europea propone contribuir a reparar 2,5 GW de capacidad energética para este invierno, seguir exportando electricidad de la UE a Ucrania, que actualmente "compensa el equivalente a la pérdida por la central de Zaporiyia".
Apuesta por paneles fotovoltáicos
La tercera pata del plan de Bruselas para asistir a Kiev energéticamente este invierno consiste en "estabilizar" su infraestructura energética, por ejemplo a través de la instalación de paneles fotovoltaicos, que son "difíciles de atacar y fáciles de reparar" en comparación con las grandes centrales.
Bruselas seguirá además aportando un "apoyo financiero significativo", que desde el inicio de la guerra a gran escala alcanza al menos los 2.000 millones de euros en financiación energética, dijo. Birol, por su parte, subrayó que Ucrania atraviesa una "situación energética muy frágil", más aún de cara al invierno. "El 26 de agosto hubo un gran ataque de Rusia, dañando gran parte de la infraestructura energética en Ucrania y la situación es muy delicada", agregó Birol, quien precisó que lo era ya antes del reciente ataque, porque Kiev había perdido entonces dos tercios de su capacidad energética.