Violencia y desigualdad: el preocupante panorama de los adolescentes en República Dominicana
Un estudio reciente revela que el 20% de los adolescentes dominicanos ha sufrido violencia física o psicológica por parte de sus cuidadores en el último año, mientras que un 4% ha sido víctima de violencia sexual. El informe, presentado por World Vision República Dominicana durante el Foro Nacional de Protección de la Niñez, también destaca que un 3% de los jóvenes ha estado en uniones tempranas, lo que afecta su desarrollo personal y educativo.
El estudio, basado en 4.379 encuestas realizadas en comunidades vulnerables de varias provincias del país, subraya la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de protección infantil. Vladimir Medrano, gerente senior de Impacto e Incidencia de World Vision, afirmó: “Cada cifra representa una realidad que nos reta a redoblar esfuerzos. No podemos transformar lo que no somos capaces de medir”.
A pesar de las cifras alarmantes, el informe también arroja algunas luces positivas. El 63% de los adolescentes reporta tener relaciones positivas con sus padres o cuidadores, y el 68% apoya actitudes de equidad de género. Además, el 98% afirma sentirse capaz de actuar ante situaciones que afectan su vida, aunque solo un 4% cree que sus opiniones son tomadas en cuenta por las autoridades locales.
Desde la perspectiva de los adultos, el 36% de los cuidadores admite haber usado castigo físico o agresión psicológica en el último año, y un 8% de los niños y adolescentes participa en trabajo infantil. Aunque el 60% de los adultos muestra actitudes igualitarias de género, persisten desafíos culturales significativos.
El foro, organizado junto a la Coalición de ONGs por la Infancia y la Mesa de Diálogo y Representación Cristiana, concluyó con un llamado a la acción colectiva. Elicaury Bautista Bidó, directora de World Vision, y el obispo Reinaldo Aquino Franco destacaron la importancia de una colaboración entre el Estado, la sociedad civil, las comunidades y las iglesias para proteger a la niñez.
“Las organizaciones basadas en la fe tienen un rol crucial en transformar actitudes, fomentar el diálogo y movilizar a las comunidades para construir entornos seguros”, señalaron los organizadores. El evento cerró con un urgente llamado a implementar políticas públicas más efectivas que garanticen que todos los niños, niñas y adolescentes crezcan libres de violencia y con oportunidades reales para su desarrollo.
