La Unión Europea investiga a X por posible violación de privacidad en el uso de datos para su inteligencia artificial
La Comisión de Protección de Datos (CPD) de Irlanda ha abierto una investigación contra X, la red social propiedad de Elon Musk, por el posible uso ilegal de datos personales de ciudadanos europeos. Estos datos habrían sido utilizados para entrenar a Grok, el sistema de inteligencia artificial (IA) de la plataforma, sin el consentimiento de los usuarios.
¿Qué está en juego?
El regulador irlandés, principal supervisor de privacidad en la Unión Europea (UE), examinará si X ha violado el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Esta normativa otorga a los ciudadanos el control sobre cómo se utilizan sus datos personales. Si se confirma la infracción, la empresa podría enfrentar multas de hasta el 4% de sus ingresos globales, lo que representaría una cifra millonaria.
El origen de la investigación
La investigación surge después de que X, anteriormente conocida como Twitter, activara en 2023 la recopilación de datos personales de sus usuarios sin su consentimiento. Estos datos se habrían utilizado para entrenar a Grok, el sistema de IA generativa que Musk desarrolló para competir con ChatGPT. Tras una orden del regulador irlandés, la red social accedió a detener esta práctica.
El contexto regulatorio
La UE ha sido firme en su postura sobre la protección de datos y la regulación de las grandes tecnológicas. En 2020, X fue la primera empresa en ser multada bajo el RGPD, con una sanción de 450.000 euros. Desde entonces, la relación entre Musk y Bruselas ha sido tensa, especialmente por el incumplimiento de normativas como la ley contra la desinformación en Internet.
Reacciones y desafíos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado las regulaciones digitales europeas, calificándolas de "injustas". Por su parte, Musk ha mantenido una postura desafiante frente a las exigencias legales de la UE. Esta investigación podría marcar un nuevo capítulo en la pugna entre las grandes tecnológicas y los reguladores europeos.
Conclusión
La investigación contra X pone de manifiesto la creciente preocupación por el uso ético de los datos personales en el desarrollo de tecnologías avanzadas como la IA. Mientras la UE refuerza su marco regulatorio, empresas como X enfrentan el desafío de adaptarse a estas normas o asumir las consecuencias legales y financieras. El resultado de este caso podría sentar un precedente importante para el futuro de la privacidad en la era digital.