Un juzgado de Madrid ha admitido a trámite una demanda colectiva presentada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) contra Apple. La demanda alega que la compañía abusó de su posición dominante en el mercado de la distribución de música en streaming, perjudicando a los usuarios y a plataformas competidoras como Spotify. La OCU busca que Apple indemnice a los afectados por los sobreprecios que, según la organización, se generaron debido a las prácticas restrictivas de la empresa.
¿Qué alega la demanda?
La OCU acusa a Apple de impedir a plataformas competidoras como Spotify informar a los usuarios de iOS sobre suscripciones alternativas fuera de la App Store. Esta práctica, según la organización, violó las normas antimonopolio de la Unión Europea y las leyes de servicios digitales.
Además, Apple habría cobrado una elevada comisión a los desarrolladores de aplicaciones competidoras, lo que se tradujo en precios más altos para los usuarios. Por ejemplo, quienes contrataron el plan premium de Spotify entre 2014 y 2016 a través de la App Store pagaron un sobreprecio del 30% en comparación con otros canales de venta.
¿Qué busca la OCU?
La demanda colectiva, presentada el pasado 6 de febrero, tiene como objetivo que Apple indemnice a los usuarios afectados. La organización estima que la compensación podría alcanzar los 62 millones de euros en total, repartidos entre los más de 500.000 perjudicados en España, Bélgica, Italia y Portugal.
Esta acción forma parte de una iniciativa coordinada por Euroconsumers, que busca no solo resarcir a los usuarios, sino también luchar para que los consumidores puedan acceder a servicios digitales justos y sin abusos.
Contexto legal
Este caso se suma a las sanciones impuestas por la Unión Europea a Apple. En marzo de 2024, la Comisión Europea multó a la empresa con 1.800 millones de euros por las restricciones que impuso en el mercado del streaming. Sin embargo, Apple ha recurrido la sanción ante el Tribunal General de la Unión Europea, en un intento por revertir la decisión.
Conclusión
La demanda colectiva representa un nuevo capítulo en la lucha contra las prácticas monopolísticas de Apple en el mercado digital. Si prospera, podría sentar un precedente importante para la protección de los consumidores y la competencia leal en la industria tecnológica. Por ahora, el caso sigue su curso en los tribunales, mientras los afectados esperan una posible compensación.