"Que se vayan a la mierda". Así ha respondido Elon Musk a las grandes empresas que, como Apple o Disney, han optado por retirar sus anuncios de X tras aparecer junto a mensajes nazis y por la polémica antisemita del magnate tecnológico.
En una conferencia organizada el miércoles por 'The New York Times', Musk se mostró arrepentido por amplificar una conspiración contra los judíos y, al mismo tiempo, desafió abiertamente a las empresas incómodas con sus comentarios a dejar de pagar para colocar publicidad en la red social anteriormente conocida como Twitter. "Si alguien va a intentar chantajearme con publicidad, chantajearme con dinero, que se joda. Váyanse a la mierda. ¿Está claro? Espero que sí", les espetó.
X necesita la publicidad para sobrevivir. Y es que casi un 90% de sus ingresos entran a través de los anunciantes. Aun asi, Musk ha seguido atacando a las marcas que no quieren aparecer junto a loas a Adolf Hitler, como destapó una reciente investigación, y ayer se posicionó como un mártir. "Lo que este boicot publicitario va a hacer es matar a la compañía", aseguró. "Eso lo sabrá todo el mundo en la Tierra".
I am sure this is going to bring in business pic.twitter.com/szgP1c3yNN
— Adam Parkhomenko (@AdamParkhomenko) 29 de noviembre de 2023
Sangría de anunciantes
Desde los comentarios antisemitas de Musk, más de 100 empresas han suspendido sus anuncios en X. Entre ellas destacan grandes marcas como Apple, Coca-Cola, Microsoft, Disney, IBM, Airbnb o Warner Bros. Esa decisión amenaza a la plataforma, que corre el riesgo de perder 75 millones de dólares hasta finales de año, según documentos internos obtenidos por 'The New York Times'.
La polémica estalló cuando el hombre más rico del mundo amplificó el mensaje de un usuario que decía que los judíos apoyan a "hordas de minorías" musulmanas que están "inundando" Estados Unidos y les acusaba de promover "el odio contra los blancos". "Has dicho la pura verdad", respondió Musk a esta teoría de la conspiración popular entre grupos supremacistas. "En retrospectiva, no debería haber respondido a esa persona", aseguró ayer. "Esencialmente entregué una pistola cargada a los que me odian, y podría decirse que a los que son antisemitas, y por eso lo siento mucho. Esa no era mi intención".
Su parcial disculpa y posterior ataque a los anunciantes los prononció, entre balbuceos y risas nerviosas, en una sala en la que también estaba Linda Yaccarino, directora ejecutiva de X y a quién se contrató para tratar de convencer a las empresas de que invertir en la red social era una buena decisión.
Tras la polémica, Musk viajó esta semana a Israel para reunirse con el primer ministro israelí Binyamín Netanyahu. Ayer, el magnate aseguró que no estaba realizando una "gira de disculpas". Su visita al Estado hebreo también le sirvió para cerrar un acuerdo que le permitirá activar los servicios de internet satelital de Starlink en Israel y la Franja de Gaza, pero solo tras obtener la aprobación de Jerusalén.