¿Por qué no se puede reanimar el cerebro? ¿Cuándo hay muerte cerebral? ¿Cuáles son las diferencias con el coma? El coordinador del Grupo de Trabajo de Neurointensivismo y Traumatología de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC)En una entrevista con Express Diariosalud, Iker García despeja algunas de las incógnitas.
García explica que muchos de los tejidos que tenemos en nuestro cuerpo se pueden regenerar, pero hay dos que no: el cardíaco y el cerebral. En el corazón, cuando hay una zona que se necrótica, que sufre daño, como en los infartos, no se recupera. En el cerebro lo mismo. Cuando las neuronas mueren tampoco hay solución de regeneración.
"Por eso es tan importante actuar con rapidez en el caso de infartos, ya sea cardiacos o cerebrales, conocidos como ictus, para minimizar el daño que se está produciendo", apunta. el intensivista del Hospital Universitario de Donostiaen San Sebastián.
Cuando hay muerte cerebral es porque ha habido daño en el órgano. Y no puede ser revivido como en el caso del corazón. "No es algo que se pueda recuperar, hay que insistir mucho, que la muerte cerebral no es reversible".
Y es que, apunta el intensivista, la muerte cerebral conlleva un “cese total y absoluto” de las funciones cerebral.
El paro cardíaco no es muerte cardíaca
En el caso del corazón, sostiene el experto, hay que diferenciar que un paro cardíaco no es una muerte cardíaca. Las maniobras de reanimación deben iniciarse lo antes posible porque si el cerebro no recibe sangre ni oxígeno inmediatamente comienza a sufrir.
De hecho, Después de dos minutos, el daño comienza a ocurrir., y cuanto más se prolongue en el tiempo, mayor será el deterioro. Así, si las maniobras de reanimación se practican durante mucho tiempo, debido a que el corazón no puede ser reanimado, lo más probable es que se produzca daño cerebral.
La reanimación cardiopulmonar intenta simular los latidos del corazón, para que algo de sangre fluya al cerebro, pero "evidentemente" no será un flujo tan bueno como el que consigue el corazón con sus latidos, según García.
"Intentamos paliar ese daño que seguramente se está produciendo en el cerebro, para que las secuelas no sean muy graves, pero si el tiempo de reanimación es muy largo, aunque las maniobras de reanimación se estén haciendo lo mejor que se puede, no hay terminará siendo un daño", afirma. .
La muerte cerebral lógicamente también puede deberse a daños en el propio cerebro como un traumatismo o un ictus, entre otros.
Sí, se puede dar el caso de que una parte del cerebro muera y la otra no, debido a un derrame cerebral. Esa parte perdida tampoco se puede recuperar. Y si hay pacientes que logran restablecer alguna función es gracias a las neuronas que se encuentran contiguas a la zona dañada.
El cerebro es “bastante plástico” y lo que intenta, de alguna manera, es solucionar la situación.
“Hay personas que quedaron paralizadas de un lado y luego poco a poco con la rehabilitación han logrado recuperar alguna función, pero el déficit no se recupera al cien por cien”, subraya.
Diagnosticar la muerte cerebral
Normalmente cuando el médico certifica la muerte encefálica, el paciente suele estar conectado a máquinas, que le ayudan a mantener la respiración y la circulación de forma artificial.
Para diagnosticar la muerte encefálica, explica García, se debe realizar un examen clínico muy riguroso, paso a paso, y una vez comprobado este reconocimiento, se debe comprobar con una serie de pruebas instrumentales, como un electroencefalograma o un TAC, entre otros.
“Lo que vemos es que el paciente está en una situación que no reacciona ante ningún tipo de estímulo, está en una situación de reactividad total, lo que se transmite que el cerebro ha perdido todas sus funciones, y, además, en una situación irreversible. camino”, señala el experto.
¿Cuánto falta para que se certifique la muerte cerebral?
Cuando se produce la muerte cerebral se producen una serie de fenómenos que los médicos han identificado, que sugieren lo que está sucediendo.
Luego, hacen el examen del paciente. Suelen ser unas horas desde que se producen las señales.
"Enseguida empezamos con el examen y en cuestión de unas horas se cumplen todos los requisitos y normalmente lo hacemos por protocolo o repetimos el examen clínico o alguna prueba instrumental", insiste.
Diferencias entre muerte cerebral y coma
Y si en una muerte cerebral no hay función en este órgano vital, cuando el paciente está en coma está "funcionando al mínimo".
“Cuando dormimos tenemos un nivel de conciencia bajo, pero reaccionamos rápidamente. En el coma no hay reacción, pero hay ciertas funciones que aún se mantienen, es decir, las funciones vegetativas que son las que mantienen la regulación de nuestro organismo”, señala el experto.
El intensivista abunda en que cuando una persona está en coma su cerebro está como si "trabajara al ralentí", mientras que en la muerte cerebral "no hay función del cerebro".
Existen diferentes tipos o niveles de coma. Hay pacientes que no son muy reactivos y luego están los que están en coma profundo, que no reaccionan a ningún tipo de estímulo, pero el cerebro aún mantiene una serie de funciones que son básicas, para el mantenimiento del cuerpo.
coma inducido
Hay ocasiones en las que los médicos tienen que inducir al paciente al coma, mediante fármacos cuando, por ejemplo, ha habido daño cerebral por un ictus, hemorragia o consumo de tóxicos, entre otros.
“Cuando el paciente tiene daño cerebral alrededor de esa zona dañada se dice que hay otra que está en riesgo y tenemos que protegerla. Y para ello lo que tenemos que hacer es dejarlo reposar. Además, así también controlamos una serie de parámetros fisiológicos como la presión intracraneal”, afirma el intensivista de la SEMICYUC.