El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha decidido elegir a su candidato presidencial para las elecciones de 2028 en el primer trimestre de 2026, una medida que ha generado polémica entre sus posibles aspirantes. La mayoría de los presidenciables prefieren guardar silencio, pero Abel Martínez, exalcalde de Santiago, ha sido el único en oponerse abiertamente a esta decisión.
El Comité Político del PLD anunció que escogerá a su candidato con dos años de anticipación, lo que ha causado descontento entre varios de los posibles aspirantes. Entre los nombres más mencionados para la nominación están Francisco Javier García, Abel Martínez, Francisco Domínguez Brito, Juan Ariel Jiménez y Zoraima Cuello. Sin embargo, la mayoría ha evitado hacer declaraciones públicas para no entrar en conflicto con la directiva del partido.
Abel Martínez, quien fue candidato presidencial en 2024, ha sido la excepción. Ha manifestado su desacuerdo con la decisión, argumentando que no es la mejor opción y que el partido debería esperar al cronograma de la Junta Central Electoral (JCE). “Bajo ninguna circunstancia estaré de acuerdo con la elección en el 2026”, afirmó Martínez.
Otros presidenciables han mostrado opiniones divididas. Uno de ellos prefirió no opinar abiertamente, señalando que no está a favor de violar la ley ni de contradecir públicamente al partido. Otro sugirió que la decisión del Comité Político no es definitiva, sino un punto de partida para buscar consensos y fórmulas que unifiquen al partido. “Estamos tratando de buscar consensos y fórmulas que unifiquen”, dijo.
En cuanto a la estrategia electoral, un potencial candidato indicó que esperar hasta 2027 para elegir al candidato sería demasiado tarde para darlo a conocer a nivel nacional. Sugirió que si el partido trabaja en torno a una opción que considere la mejor, sería favorable, siempre respetando la ley electoral.
En resumen, la decisión del PLD de elegir a su candidato presidencial en 2026 ha generado controversia y dividido opiniones entre sus posibles aspirantes. Mientras algunos guardan silencio, otros como Abel Martínez han expresado su desacuerdo abiertamente. El partido ahora enfrenta el desafío de encontrar un consenso que respete tanto sus intereses como las normativas electorales.