Violencia sexual en Sudán: las violaciones como arma de guerra se disparan un 288% en 2024

Violencia sexual en Sudán: las violaciones como arma de guerra se disparan un 288% en 2024

La violencia sexual como arma de guerra en Sudán: las mujeres pagan el precio más alto

La violencia sexual se ha convertido en una herramienta de guerra en Sudán, donde los casos se han multiplicado drásticamente en medio del conflicto civil que ya cumple dos años. ONU Mujeres ha alertado de un aumento del 288% en los casos de violencia contra las mujeres en 2024, aunque se cree que la cifra real es aún mayor debido a la falta de denuncias por miedo y la escasa accesibilidad a servicios de apoyo.

Las mujeres y las niñas son las principales víctimas del conflicto. Representan tres cuartas partes de los desplazados que han huido del país en busca de seguridad. Sin embargo, incluso en su escape, enfrentan graves riesgos. "Las mujeres de Sudán están sufriendo las formas más severas de violencia, especialmente sexual, mientras son sistemáticamente excluidas de los procesos de paz", afirma Anna Mutavati, directora regional de ONU Mujeres para África Oriental y Meridional.

Sin lugar seguro

Las mujeres que logran pedir ayuda a organizaciones humanitarias llegan en condiciones alarmantes. Desde lesiones físicas sin tratar hasta casos de VIH, malnutrición y agotamiento extremo. "Es común que sufran violencia sexual por parte de actores armados y traficantes durante su travesía", explica Jaime Giménez, responsable de relaciones externas del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Egipto. Incluso en países como Egipto, que acoge a un gran número de refugiados sudaneses, las mujeres no están a salvo. "Sin redes de apoyo, muchas son explotadas por hombres en posiciones de poder, como caseros o empleadores", añade Giménez.

Mayor vulnerabilidad

La crisis alimentaria también afecta desproporcionadamente a las mujeres. Muchas evitan las colas de reparto de comida debido al estigma de un embarazo por violación. Además, en los hogares, las mujeres suelen ser las últimas en comer y las que tienen menos acceso a agua potable. Según ONU Mujeres, el 80% de las mujeres desplazadas no tiene acceso a agua limpia, lo que las obliga a recorrer largas distancias en condiciones peligrosas.

Acceso a la salud, casi inexistente

El sistema de salud en Sudán está colapsado. El 80% de los hospitales en zonas de conflicto no funcionan, lo que ha elevado las tasas de mortalidad materna. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras trabajan para atender a madres y niños, muchos de los cuales llegan con malnutrición severa. "Nuestro objetivo es salvar vidas, pero también es crucial ayudar a estas mujeres a recuperar su dignidad y prosperar", señala Mutavati.

En medio de tanta adversidad, las mujeres sudanesas enfrentan un futuro incierto. Aunque las organizaciones humanitarias redoblan esfuerzos, la necesidad de una solución política al conflicto y un apoyo internacional continuo son más urgentes que nunca. "Las mujeres sudanesas merecen no sólo sobrevivir, sino reconstruirse", concluye Mutavati.


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