La violencia en Haití alcanza niveles críticos: Médicos Sin Fronteras pide ayuda urgente
La violencia en Puerto Príncipe, capital de Haití, ha escalado dramáticamente en las últimas semanas. Médicos Sin Fronteras (MSF) reporta haber atendido al triple de heridos que en condiciones normales, lo que ha llevado a la organización a hacer un llamado urgente a la comunidad internacional para actuar ante esta grave crisis humanitaria.
El impacto de la violencia en el sistema de salud
Desde el 24 de febrero, los equipos de MSF en el centro de urgencias de Turgeau han tratado a 314 pacientes, 90 de ellos víctimas directas de la violencia. En el hospital de Tabarre, las camas de traumatología aumentaron de 50 a 75, y el centro ha estado operando casi al máximo de su capacidad durante los últimos diez días. Esta situación refleja el impacto devastador de los enfrentamientos armados en la población civil.
Según la ONU, el 85 % de Puerto Príncipe está bajo el control de grupos armados. En menos de un mes, aproximadamente 24,000 personas han sido desplazadas, y en la zona metropolitana hay más de 140 campamentos improvisados donde viven unos 180,000 desplazados internos. Las condiciones en estos lugares son extremas, con necesidades básicas insatisfechas.
El riesgo de una catástrofe humanitaria
Christophe Garnier, coordinador general de MSF en Haití, advierte sobre los efectos de la inminente temporada de lluvias. Según él, los sistemas de agua y saneamiento podrían colapsar, aumentando el riesgo de epidemias como el cólera. Garnier subraya que MSF no puede cubrir todas las necesidades por sí sola. “La magnitud de la crisis supera con creces nuestras capacidades”, dijo en un comunicado.
El Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU, diseñado para abordar esta situación, sigue gravemente infrafinanciado. Garnier alerta que, sin una acción urgente, la violencia incesante podría convertirse en una catástrofe humanitaria de proporciones inimaginables.
Un llamado a la solidaridad internacional
MSF insta a la comunidad internacional a movilizarse para evitar que la situación empeore. La organización ha reiterado que miles de personas están siendo desplazadas repetidamente y que el sufrimiento de la población haitiana, ya exhausta, no puede ser ignorado.
En un país donde la violencia parece no tener fin, la solidaridad global podría marcar la diferencia entre la supervivencia y el colapso. Haití necesita ayuda ahora más que nunca.