Más de 3.700 personas han sido hospitalizadas en Irak debido a una intensa tormenta de arena que azotó varias regiones del país durante la noche del lunes al martes. La tormenta, que afectó principalmente a las provincias del sur y el este, ha dejado a miles de personas con problemas respiratorios y asfixia, según informaron las autoridades sanitarias.
La tormenta de arena golpeó con mayor fuerza en las provincias de Basora, Nayaf, Maysan y Muthana, aunque también se sintió en Bagdad, aunque en menor medida. Las autoridades sanitarias y de transporte declararon el estado de emergencia durante la noche y la mañana del martes, mientras que el aeropuerto de Basora tuvo que cerrar temporalmente debido a las malas condiciones climáticas.
Saif al Badr, portavoz del Ministerio de Salud, confirmó que se registraron 3.747 casos de asfixia en las salas de emergencia de Bagdad y otras provincias. "El mayor número de casos se dio en Basora, con 1.041 personas afectadas, seguida de Muthana con 874, Maysan con 628 y Nayaf con 451″, detalló. Afortunadamente, la mayoría de los pacientes ya han sido dados de alta tras recibir el tratamiento necesario.
El gobernador de Basora, Asad Al Eidani, anunció la suspensión de las actividades laborales en la provincia durante el martes debido a las condiciones climáticas adversas. Además, el aeropuerto de Basora permaneció cerrado temporalmente, aunque el aeropuerto internacional de Bagdad siguió operativo, según confirmó el portavoz del Ministerio de Transporte, Maizam Al Safi.
Irak es un país especialmente vulnerable al cambio climático, y en los últimos años ha experimentado un aumento de las tormentas de arena, junto con bajas precipitaciones y altas temperaturas. Una de las tormentas más graves ocurrió en mayo de 2022, causando la muerte de al menos una persona y hospitalizando a más de 5.000.
La situación sigue siendo monitoreada por las autoridades, quienes han instado a la población a tomar precauciones ante la posibilidad de nuevas tormentas en los próximos días.