La junta militar de Birmania ha confirmado que el terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte del país ha dejado al menos 3.003 muertos, 4.515 heridos y 351 desaparecidos. Las cifras, actualizadas hasta el miércoles, reflejan la devastación causada por el seísmo, que ha provocado el colapso de miles de viviendas y edificios, además de afectar a infraestructuras clave como escuelas, hospitales y lugares religiosos.
Según los datos oficiales, el terremoto ha destruido o dañado parcialmente 21.783 casas, 805 edificios de oficinas, 1.041 escuelas, 921 monasterios y conventos, 1.690 pagodas, 312 edificios religiosos, 48 hospitales y clínicas, y 18 hectáreas de cultivos. Seis regiones han sido declaradas en estado de emergencia mientras continúan las labores de rescate y remoción de escombros.
La ayuda internacional no se ha hecho esperar. Hasta el momento, 49 aviones han aterrizado en Birmania cargados con más de 714 toneladas de materiales de emergencia y 1.915 efectivos de rescate. La ONU estima que cerca de 10 millones de personas viven en las zonas afectadas, lo que ha aumentado la urgencia de la asistencia.
En medio de la tragedia, ha habido algunas buenas noticias. Los socorristas lograron rescatar con vida a tres hombres que pasaron cinco días atrapados bajo los escombros. Estas son las únicas historias de supervivencia conocidas en las últimas 72 horas.
Para facilitar las tareas de ayuda, la junta militar ha declarado una tregua de tres semanas en el conflicto interno del país. Aunque el Gobierno rechazó inicialmente un alto el fuego ofrecido por grupos rebeldes, finalmente ha accedido a un "alto el fuego temporal". Sin embargo, advirtió que cualquier violación de los términos de la tregua será respondida con "contraataques".
La situación en Birmania sigue siendo crítica, con miles de personas necesitadas de ayuda urgente. La comunidad internacional continúa movilizándose para apoyar a las víctimas de esta catástrofe, mientras las autoridades locales intentan garantizar la seguridad y la distribución de la asistencia en las zonas más afectadas.