El presidente de Taiwán, William Lai, ha ordenado a los departamentos de seguridad y defensa que respondan con firmeza a las nuevas maniobras militares de China alrededor de la isla. Las autoridades taiwanesas aseguran tener "control total" de la situación, mientras Pekín intensifica su presión sobre lo que considera un movimiento separatista.
Las maniobras chinas, iniciadas este martes, son una clara advertencia a Taiwán, que China considera parte de su territorio. La portavoz presidencial taiwanesa, Karen Kuo, afirmó que todos los organismos implicados están vigilantes y preparados para actuar ante cualquier amenaza.
Este enfrentamiento se produce apenas dos semanas después de que Lai calificara a China como una "fuerza externa hostil" y anunciara medidas para contrarrestar lo que describió como operaciones de "infiltración" por parte de Pekín. El Gobierno chino, por su parte, ha tachado a Lai de "independentista" y "alborotador".
La tensión entre ambos lados del estrecho de Taiwán sigue en aumento, con China reforzando su postura de que la isla no tiene derecho a la independencia. Mientras tanto, Taiwán insiste en su soberanía y en su capacidad para defenderse ante cualquier agresión.
En resumen, el conflicto entre China y Taiwán sigue escalando, con maniobras militares y declaraciones que reflejan la creciente tensión en la región. Ambas partes mantienen posiciones firmes, lo que deja poco margen para una solución pacífica a corto plazo.