La figura literaria y política de Pablo Neruda atrae aplausos sin apenas discusión en todo el mundo, a pesar de que Vida personal esconder algunos sombras controvertidas que han abierto un proceso de revisión en algunos sectores de su país, particularmente entre los mujer y el más joven.
Aplausos que el autor recibió de íconos de la canción como Julio Iglesias, quien en los albores de su exitosa carrera escuchó su elaborado mitin de soflamas a favor del comunismo y en defensa de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende en la plaza de la ciudad costera. de viña del marsede del famoso festival internacional que catapultado al estrellato.
Y vítores como los que le lanzó el unos 2.000 españoles que pudieron exiliarse de Francia a la llegada de barco winnipegque él mismo fletó, puerto de valparaíso y en particular a la Estación Mapocho en Santiago de Chile, donde sus compatriotas celebraron su compromiso político.
Rivalidad trasandina
Fue envidia, o un episodio más de la rivalidad trasandina que Argentina, siempre más abierta y exitosa, y Chile, más pacificada y retraída, luchan desde hace un siglo, afirma el crítico literario Harold Bloom en su obra "The Western Canon", que Neruda y Jorge Luis Borges "tenían animosidad entre sí". Neruda decía que el argentino no vivía la realidad. Borges, más irónicamente, convirtió al poeta chileno en un personaje despreciado en una de sus obras más reconocidas "El Aleph".
"El Borges humano no iba a abrazar el estalinismo y el Neruda comunista afirmó con desprecio que Borges no vivía en el mundo realque estaba formado por trabajadores, agricultoresMao y Stalin", escribe Bloom. Neruda, además, sonrió ante la interesada lotería de favores del Nobel, y a Borges se le escapó el mayor reconocimiento de la literatura mundial.
Bloom insiste en que Borges, "un hombre con el que es mejor no meterse", se burló de Neruda transformándolo en Carlos Argentino Daneri "un poeta inconcebiblemente malo y un evidente imitador de (Walt) Whitman" y criticando así su "Canto General", un libro celebrado como obra enciclopédica latinoamericana.
Acorralado en su país
A 50 años de su muerteSigue muy viva la polémica sobre si el poeta murió. debido a una enfermedad o estaba asesinado para el yodictadura emergenteen el orgía de sangre y tortura que siguió al golpe de Estado dado 12 días antes contra el gobierno democrático de allende, como parece demostrar un estudio internacional publicado este año. Lo cierto, en cualquier caso, es que el régimen liderado por Augusto Pinochet dejó caer un telón de acero sobre Neruda, sus obras y su legado.
Sus casas estaban abandonadas, era excluidos de los planes de estudio y mientras el mundo lo celebraba, en su país era un sombra eso urticaria producida en los dirigentes e indefinición entre los jóvenes, que dejaron de conocerlo. Una situación que no mejoró con la democracia, lamenta Efe Fernando Sáezdirector de la Fundación Pablo Neruda y su famosa casa de Santiago.
La Fundación sobrevive gracias a las visitas -principalmente de extranjeros- pero apenas ha otros medios de subsistencia: pocos chilenos Lo visitan y sus salas suelen estar vacías, sin siquiera excursiones escolares como las que se ven en monumentos como el Palacio de La Moneda o espacios culturales como el Centro Cultural Gabriela Mistral, el poeta más célebre en Chile. "Pensábamos que con la llegada del gobierno de izquierda (Boric) la situación podría mejorar y su figura podría recuperarse", pero hasta el momento no ha sucedido, afirma.
Críticas al feminismo
"Neruda era un sexistaque trataba mal a las mujeres", dice Marcela, estudiante de secundaria en una institución del centro de la capital. Una opinión que comparte Camila Ramos, estudiante universitaria y activista del poderoso movimiento feminista en Chile, quien asegura que la poeta "no No le gusta a las nuevas generaciones".
El origen es uno de los capítulos más oscuros de la vida de Neruda, que el propio escritor comenta abiertamente en su autógrafo "Confieso que he vivido". Allí describe lo que se interpreta como la "violación de una joven" en Ceilán, cuando se desempeñaba como cónsul; Desde allí saltó a un interpretación sexista del reconocido verso "Me gusta cuando callas porque estás ausente", que el movimiento feminista convirtió en "Neruda, cállate", y en una corriente que promueve dejar de leer sus obras, a la que se han opuesto escritores como Isabel Allende.
"Si tomáramos esa decisión, dejaríamos de leer prácticamente todos los poetas chilenos. No estoy seguro si vamos a entrar en la obra de Neruda y dejarla impecable. resto de los poetas", quiso zanjar hace años la escritora chilena Diamela Eilit, tras recibir el Premio Nacional de Literatura.