Mark Carney, el reconocido economista y exgobernador del Banco de Inglaterra, ha sido nombrado nuevo primer ministro de Canadá. La victoria aplastante en las elecciones internas del Partido Liberal, donde obtuvo el 85,9% de los votos, lo coloca al frente del país en un momento crucial. Sucediendo a Justin Trudeau, quien renunció en enero, Carney asume el poder en medio de desafíos internos, como el aumento del coste de vida, y tensiones externas con Estados Unidos, liderado por Donald Trump, que amenaza con imponer aranceles sin precedentes y ha llegado a cuestionar la soberanía canadiense.
Una trayectoria de liderazgo
Carney, de 59 años, nació en Fort Smith, un pueblo remoto del norte de Canadá, pero se crió en Edmonton, la capital de Alberta. Su pasión por el hockey, el deporte nacional, ha sido un elemento clave en su discurso político, que apela al orgullo patrio. Tras graduarse en Harvard y doctorarse en Oxford, el economista inició su carrera en Goldman Sachs, donde trabajó durante 13 años en ciudades como Londres, Tokio y Nueva York. Sin embargo, decidió dejar el sector privado para dedicarse al servicio público.
Héroe en tiempos de crisis
En 2008, como gobernador del Banco de Canadá, Carney tuvo que enfrentar la crisis financiera global. Sus medidas, como recortes de tasas de interés y coordinación con los bancos, ayudaron al país a recuperarse más rápido que otras economías. Este éxito lo llevó a ser nombrado gobernador del Banco de Inglaterra en 2013, donde gestionó el impacto del Brexit. Tras dejar ese cargo en 2020, se convirtió en enviado especial de la ONU para la acción climática, un rol que combinó con su trabajo en el Partido Liberal.
Un debut desafiante
A pesar de su experiencia en finanzas, Carney nunca había ocupado un cargo electo. No obstante, fue asesor de Trudeau durante la pandemia y recibió ofertas para ser ministro de Finanzas tanto de Trudeau como de su predecesor, Stephen Harper. Su entrada en la política se produjo tras la renuncia de Trudeau, superando a Chrystia Freeland, su principal rival en las internas liberales, que obtuvo solo el 8% de los votos.
Elecciones a la vista
Con elecciones previstas para el 20 de octubre, se espera que Carney convoque los comicios de forma anticipada para consolidar su mandato antes de que la oposición inicie una moción de censura. Los conservadores planeaban centrar su campaña en la caída de la popularidad de Trudeau, pero la llegada de Carney ha cambiado el enfoque hacia quién está mejor preparado para defender la soberanía canadiense frente a las amenazas de Trump.
Un mensaje de unidad
Carney ha utilizado su discurso para presentarse como el candidato ideal, destacando su experiencia económica y su liderazgo internacional. En su primer pronunciamiento como líder, afirmó: "Son tiempos oscuros, provocados por un país [EEUU] en el que ya no podemos confiar. Tenemos que unirnos para afrontar los días difíciles que vienen. Esta es una lucha por el futuro de Canadá. Y ganaremos".
Con un tono firme y un mensaje claramente nacionalista, Carney se prepara para liderar a Canadá en un periodo de incertidumbre tanto interna como internacional. Su experiencia en crisis económicas y su capacidad para enfrentar desafíos serán puestas a prueba en los próximos meses.
