La amenaza rusa en los países bálticos: ciberataques, aviones de combate y "inmigración desestabilizadora"
La guerra híbrida de Rusia contra Occidente no es una fantasía, sino una realidad que se siente con fuerza en los países bálticos. Letonia, Estonia y Lituania llevan años enfrentándose a una serie de amenazas que van desde ciberataques hasta incursiones de aviones de combate y maniobras migratorias provocadas desde Bielorrusia. Estas acciones han encendido las alarmas en la OTAN, que ya ha reforzado sus defensas en la región.
El primer gran golpe llegó en 2007, cuando Estonia sufrió un ciberataque masivo que paralizó bancos, servicios gubernamentales y medios de comunicación. Este episodio marcó el inicio de una serie de acciones que han ido escalando con el tiempo. Más recientemente, en 2021, Bielorrusia, aliada de Moscú, fomentó una ola migratoria hacia los países bálticos en lo que se ha descrito como una táctica de "inmigración desestabilizadora".
Pero las alarmas se dispararon hace poco cuando tres aviones de combate MIG-31 rusos violaron el espacio aéreo estonio. Este incidente ocurrió poco después de que drones rusos sobrevolaran Polonia y Rumanía, lo que llevó a la OTAN a reforzar su operación Centinela Oriental. Aviones de combate de Alemania, Italia y Países Bajos lograron derribar los drones en una muestra de la capacidad de reacción aliada.
Estonia tardó solo 12 minutos en interceptar los MIG-31, pero este tipo de incidentes subraya la tensión constante en la región. La OTAN sigue alerta ante cualquier movimiento que pueda escalar la situación.
La conclusión es clara: los países bálticos viven en primera línea de una guerra híbrida que combina tácticas tradicionales y modernas. La OTAN ha demostrado su capacidad de responder, pero la amenaza rusa sigue siendo una realidad que no puede ignorarse.