Las tropas israelíes se mantienen en el sur de Líbano tras expirar la extensión del alto el fuego este martes. Aunque han retirado sus tanques de zonas densamente pobladas, han decidido quedarse en cinco puntos estratégicos cerca de la frontera. El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, advirtió que su Ejército se reserva el derecho de atacar Líbano si las autoridades no actúan para desarmar a la milicia chií Hizbulá y evitar su rearme.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, confirmó que las tropas permanecerán en una zona de seguridad en Líbano y reforzarán sus posiciones en el lado israelí. Katz subrayó que el Ejército actuará con firmeza contra cualquier violación de Hizbulá, exigiendo su retirada completa más allá del río Litani. Esta decisión ha sido coordinada con Washington.
Mientras tanto, decenas de miles de familias libanesas desplazadas desde octubre de 2023 esperan regresar a sus hogares. Al menos 100.000 personas fueron forzadas a huir de las localidades fronterizas tras el inicio de los enfrentamientos. Ahora, el Ejército libanés está limpiando el territorio de municiones sin explotar y retirando los cadáveres de milicianos de Hizbulá atrapados bajo los escombros.
Durante las últimas semanas, los soldados israelíes han dinamitado y demolido casas e infraestructuras en los pueblos fronterizos, alegando que eran utilizadas por Hizbulá, aunque no han presentado pruebas. Además, han construido posiciones militares en cinco puntos estratégicos: Labouna, Jabal Balat, la colina Awaida, Al-Aziyah y la colina Hammams. Las autoridades libanesas consideran esta presencia una violación del alto el fuego, que estipulaba una retirada completa de las tropas israelíes.
Tel Aviv no ha especificado cuánto tiempo se quedarán, pero ha anunciado que los 60.000 residentes del norte de Israel desplazados por los enfrentamientos podrán volver a sus hogares el 2 de marzo. El alto el fuego, vigente desde finales de noviembre, dio 60 días a las tropas israelíes para retirarse del sur de Líbano, plazo que se extendió hasta este 18 de febrero debido a la lentitud en el despliegue del Ejército libanés.
La tensión en la región sigue alta, con ambas partes manteniendo firmes sus posiciones. La comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos en esta zona conflictiva.