Israel lanzó este lunes una serie de bombardeos en la zona fronteriza entre Líbano y Siria, donde opera el grupo chií Hizbulá. Aunque aún se desconocen los objetivos exactos, los ataques se concentraron en áreas cercanas a la localidad libanesa de Esh Shaara, según informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).
Los cazas israelíes atacaron tanto la zona que separa Esh Shaara del territorio sirio como el propio lado libanés de la frontera. Este incidente se produce a pesar del cese de hostilidades acordado en noviembre pasado, que no ha impedido que Israel continúe con sus operaciones militares en la región.
En las últimas semanas, Israel ha intensificado sus acciones, incluyendo un bombardeo en las afueras de Beirut, la capital libanesa, por tercera vez desde la firma del acuerdo. Sin embargo, la mayoría de los ataques se han centrado en el sur de Líbano, una zona de alta tensión.
Según cifras del Gobierno libanés, desde el inicio del alto el fuego, al menos 190 personas han muerto a causa de los ataques israelíes. Por su parte, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha registrado más de 70 civiles fallecidos en el mismo período.
En respuesta, Líbano ha desplegado su Ejército en la región sur para reemplazar la presencia de Hizbulá, grupo que ahora busca desarmar. No obstante, Hizbulá ha condicionado cualquier diálogo sobre seguridad al cese previo de los ataques israelíes.
La situación en la frontera sigue siendo volátil, con tensiones que podrían escalar en cualquier momento. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en una de las zonas más conflictivas del mundo.
