Margot Friedländer, superviviente del Holocausto de 103 años, falleció este viernes, el mismo día en que iba a recibir la Orden del Mérito de la República de Alemania. Su muerte ha dejado al país sin una de las voces más fuertes contra el antisemitismo y el olvido.
La canciller alemana, Friedrich Merz, expresó su profundo pesar en un mensaje en la red social X, destacando que Friedländer fue una defensora incansable de la coexistencia pacífica y de la memoria histórica. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, también lamentó su pérdida, resaltando que ella le regaló a Alemania la reconciliación, a pesar de las atrocidades que sufrió.
Friedländer nació en Berlín y perdió a sus padres y a su hermano menor, todos asesinados en el campo de exterminio de Auschwitz. Sobrevivió al campo de concentración de Theresienstadt, donde conoció a su futuro marido, Adolf Friedländer. Tras el Holocausto, emigró a Estados Unidos en 1946 y vivió en Nueva York durante seis décadas antes de regresar a Berlín en 2010, a los 88 años.
En sus últimos años, se convirtió en una figura clave en la lucha contra el antisemitismo y en la preservación de la memoria del Holocausto. Su historia y su mensaje de humanidad resonaron en toda Alemania, especialmente en un momento en que el racismo y la discriminación están resurgiendo.
El ministro de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, y otros líderes alemanes subrayaron la importancia de mantener vivo su legado, especialmente en tiempos en que la democracia está bajo presión y el odio antisemita vuelve a emerger.
La muerte de Friedländer se produce un día después de que Alemania conmemorara el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Su mensaje, su valentía y su compromiso con la justicia seguirán siendo una fuente de inspiración para las generaciones futuras.
Alemania llora la pérdida de una mujer cuyo legado nunca será olvidado.













