El proyecto del cable eléctrico submarino que conectará Puerto Rico con la República Dominicana avanza a toda máquina gracias a una decisión clave del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés). La obra, que promete transformar el suministro eléctrico en la región, podría comenzar antes de lo esperado al evitarse un largo trámite de impacto ambiental.
Según fuentes cercanas al proyecto, el DOE determinó que no es necesaria una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), un proceso que podría haber retrasado el inicio de la construcción hasta 18 meses. En su lugar, se realizará una evaluación ambiental más rápida, lo que permitirá agilizar los permisos necesarios.
El cable, que se extenderá desde la costa este de la República Dominicana hasta Mayagüez, en Puerto Rico, tiene un presupuesto estimado de US$1,200 millones para su instalación. Además, se invertirán unos US$1,000 millones adicionales en la generación de electricidad necesaria para su funcionamiento.
La empresa a cargo del proyecto, Caribbean Transmission Development Company (CTDC), confirmó que este cambio en los trámites les permitirá mantener el cronograma previsto. Si todo sigue según lo planeado, el cable podría estar en servicio para 2031, con el inicio de la construcción fijado para 2027.
Este proyecto no solo mejorará la infraestructura energética de ambos países, sino que también fortalecerá la cooperación regional en materia de energía. Con esta decisión, el DOE da luz verde a una obra que promete ser un hito en la historia eléctrica del Caribe.
En resumen, el cable submarino entre Puerto Rico y la República Dominicana está cada vez más cerca de hacerse realidad, gracias a un trámite simplificado que acelerará su construcción y puesta en marcha.
