Cientos de trabajadores federales del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS) han comenzado a recibir notificaciones de despido este martes, según informaron medios estadounidenses. La medida forma parte de una reestructuración que busca eliminar 10.000 empleos en total, anunciada la semana pasada por el secretario Robert F. Kennedy Jr.
Algunos empleados se enteraron de su despido al llegar al trabajo y descubrir que sus acreditaciones de seguridad habían sido desactivadas. Entre los afectados se encuentran personal de alto rango, médicos y otros trabajadores de diversas agencias vinculadas al HHS.
El pasado viernes ya se filtraron detalles sobre los recortes: 3.500 puestos en la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), 2.400 en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), 1.200 en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y 300 en los Centros de Servicios para Medicare y Medicaid. De hecho, a los funcionarios de los CDC se les informó que sus oficinas cerrarían.
Estos despidos se producen en un contexto de reducción de los derechos de los trabajadores federales. La semana pasada, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que elimina la negociación colectiva con sindicatos en agencias relacionadas con la seguridad nacional, como los CDC.
Se espera que los recortes reduzcan el personal del HHS a 62.000 empleados, eliminando casi una cuarta parte de su plantilla. Además de los 10.000 despidos, otros 10.000 trabajadores ya habrían aceptado ofertas de jubilación anticipada o desvinculación voluntaria. Esto representa una disminución de aproximadamente un tercio respecto a los 92.620 empleados que tenía el departamento en septiembre de 2024.
Además, los recortes también están afectando a los departamentos de salud estatales y locales. Esto se debe a la decisión del HHS de retirar más de 11.000 millones de dólares en fondos destinados a la lucha contra el covid-19.
En resumen, la reestructuración del HHS está generando un impacto significativo en el sector de la salud en EE.UU., con miles de empleados federales y locales afectados por los despidos y recortes de fondos.