El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue sometido este domingo a una cirugía intestinal en Brasilia. La operación, que duró seis horas, fue necesaria debido a fuertes dolores relacionados con un ataque con arma blanca que sufrió en 2018 durante su campaña presidencial.
Bolsonaro, de 70 años, fue apuñalado en medio de una multitud hace cinco años. Aunque ganó las elecciones poco después, el incidente lo ha llevado a pasar varias veces por el quirófano. El exmandatario había sido hospitalizado en Natal (noreste) antes de ser trasladado a Brasilia en un avión medicalizado.
La cirugía se produjo en medio de una gira por el nordeste de Brasil, una región pobre y tradicional bastión de la izquierda. La gira fue programada dos semanas después de que el Tribunal Supremo brasileño abriera un proceso contra Bolsonaro por presunta conspiración golpista.
Los fiscales acusan al exlíder de haber planeado un complot con ministros y militares de alto rango para evitar que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la presidencia en 2023. Bolsonaro, quien se encuentra en medio de una serie de controversias políticas, sigue siendo una figura central en la política brasileña.
Bolsonaro se recupera ahora de la cirugía mientras enfrenta un futuro incierto tanto en su salud como en su carrera política. Las implicaciones de estos eventos podrían tener un impacto significativo en el panorama político de Brasil.