República Dominicana importa pollo pese a una producción local robusta: ¿Por qué?
La República Dominicana, pese a producir más de 22 millones de pollos al mes, importó en 2024 trozos y despojos comestibles de esta carne por un valor de 115.8 millones de dólares. Esta cifra, que podría resultar sorprendente, se explica por los bajos precios en el mercado internacional y la alta demanda en sectores como la industria de embutidos. Aunque el país tiene una capacidad de producción local sólida, los precios competitivos de exportadores como Brasil y Estados Unidos han llevado a un aumento en las importaciones, creando una situación que algunos califican como una “presión innecesaria” para los productores locales.
La competencia con el pollo importado
El presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), Wilfredo Cabrera, explicó que los precios internacionales, que en ocasiones caen por debajo del costo de producción local, hacen que el pollo importado sea una opción atractiva para algunos compradores. Además, criticó que algunos programas gubernamentales sigan adquiriendo pollo importado, pese a las resoluciones que instan a priorizar la producción nacional.
“Es una presión innecesaria para el sector”, señaló Cabrera, quien pidió un mayor apoyo a los productores locales. Aunque la producción dominicana de pollo es suficiente para abastecer la demanda interna, la competencia con los precios bajos del exterior sigue siendo un desafío.
El preferido de los dominicanos
Pese a la competencia, el pollo local tiene una ventaja clave: la preferencia de los consumidores. La Asociación Dominicana de Avicultura (ADA) destacó que el pollo fresco dominicano es más suave, jugoso y sabroso que el importado, que suele llegar congelado y puede resultar más seco y menos apetitoso.
“Las amas de casa, los chefs y cualquier consumidor habitual nota la diferencia”, aseguró la ADA. Esta preferencia ha ayudado a mantener la demanda del producto local, incluso en productos procesados como hamburguesas y embutidos.
Un mercado resiliente frente a crisis sanitarias
Recientemente, el gobierno dominicano suspendió las importaciones de productos avícolas desde Brasil debido a un brote de gripe aviar detectado en una granja comercial. Esta medida, compartida por otros 11 países, no ha afectado significativamente el suministro local, gracias a la producción interna.
“Si hubiéramos dependido exclusivamente de importaciones, ahora tendríamos un problema muy grande de suministro”, observó Cabrera. La capacidad de producción local ha demostrado ser una fortaleza clave para mantener la estabilidad del mercado, incluso frente a crisis sanitarias internacionales.
Conclusión
La República Dominicana se enfrenta a un escenario peculiar: mientras su sector avícola produce millones de pollos al mes, las importaciones siguen siendo una opción atractiva debido a los bajos precios internacionales. Sin embargo, la preferencia por el pollo local y la resiliencia del sector frente a crisis sanitarias muestran que la producción dominicana tiene un lugar sólido en el mercado. La clave, según los expertos, está en encontrar un equilibrio que permita apoyar a los productores locales sin comprometer la competitividad.