República Dominicana apuesta por la industria de semiconductores para impulsar su economía
Las autoridades dominicanas han reafirmado su compromiso con la instalación de una industria de semiconductores, una iniciativa que busca atraer inversiones y generar empleos. Aunque el país no se beneficiará directamente de la Ley de Chips y Ciencia de Estados Unidos, promulgada en 2022, está enfocado en crear un ecosistema complementario que apoye el crecimiento de este sector en la región. Esta estrategia se da en un momento en que el expresidente Donald Trump ha solicitado derogar dicha ley y ha priorizado trasladar la producción de semiconductores al territorio estadounidense.
¿Qué es la Ley de Chips y Ciencia?
La Ley de Chips y Ciencia, aprobada durante la administración de Joe Biden, asignó más de 33,000 millones de dólares en subsidios para incentivar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos. Este proyecto también incluyó la creación del Fondo Internacional de Seguridad e Innovación Tecnológica (ITSI), destinado a fortalecer las cadenas de suministro de semiconductores en países aliados. Sin embargo, República Dominicana no fue incluida en este fondo.
A pesar de ello, el país ha decidido enfocarse en aprovechar la reindustrialización de Estados Unidos, buscando ofrecer un ecosistema complementario para la industria de semiconductores.
La visión de Trump y su impacto
Donald Trump ha sido un crítico abierto del enfoque de Biden para atraer empresas mediante subsidios. En su lugar, ha priorizado el "reshoring", una estrategia que busca repatriar la producción de semiconductores a suelo estadounidense. Un ejemplo de esto es la inversión de 100,000 millones de dólares en Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para establecer operaciones en Estados Unidos.
Según fuentes cercanas al tema, esta política de Trump alinea con los intereses de República Dominicana, ya que el país aspira a complementar el crecimiento de la industria de semiconductores en Estados Unidos, ofreciendo servicios y procesos de menor valor agregado.
El futuro de la estrategia dominicana
República Dominicana no depende directamente de la Ley de Chips y Ciencia para impulsar su industria de semiconductores. En cambio, su enfoque está en desarrollar un ecosistema local que pueda integrarse con la cadena de suministro global de este sector. Aunque la posible derogación de la ley por parte de Trump podría generar incertidumbre, las autoridades dominicanas confían en que su estrategia sigue siendo viable.
Conclusión
La apuesta de República Dominicana por la industria de semiconductores representa una oportunidad clave para diversificar su economía y atraer inversiones extranjeras. Aunque los desafíos persisten, el país ha demostrado un enfoque pragmático al buscar integrarse como un aliado estratégico en la cadena global de suministro de este sector. El futuro de esta iniciativa dependerá en gran medida de las dinámicas políticas y económicas entre Estados Unidos y sus aliados.