La calle El Conde: historia, decadencia y el desafío de la revitalización

La calle El Conde: historia, decadencia y el desafío de la revitalización

La calle El Conde, una de las vías más emblemáticas de Santo Domingo, enfrenta un declive que contrasta con su glorioso pasado. Lo que alguna vez fue un bullicioso centro comercial y turístico, hoy se debate entre el abandono y los intentos de revitalización. El olor a cloaca, los locales cerrados y la presencia de vendedores ambulantes dominan el paisaje, mientras los comerciantes luchan por mantener sus negocios a flote en un entorno cada vez más desafiante.

### Un pasado glorioso, un presente desolador

Caminar por la calle El Conde es adentrarse en un escenario que mezcla historia y decadencia. Esta vía peatonal, que se extiende por un kilómetro en el corazón de la Zona Colonial, fue en su momento un símbolo de prosperidad y actividad comercial. Sin embargo, hoy la mayoría de los locales exhiben puertas cerradas, carteles desvencijados y vitrinas polvorientas. Solo unas pocas tiendas, como Togar y Blumin’s, resisten el paso del tiempo, mientras nuevas marcas como Puma intentan abrirse camino en un entorno difícil.

El ambiente se completa con puestos de comida rápida, vendedores ambulantes y animales callejeros que deambulan por la zona. La escena dista mucho de ser el atractivo turístico que alguna vez fue, y los residentes y comerciantes coinciden en que el deterioro ha alejado a turistas y locales por igual.

### Intentos de revitalización y obstáculos persistentes

Mientras en las calles aledañas de la Zona Colonial se llevan a cabo obras de rescate financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Unión Europea, la calle El Conde parece resistirse a cualquier intento de revitalización. José María, supervisor de la tienda Mi Gusto, señala que el ambiente generado en los últimos años, sumado a la proliferación de plazas comerciales, ha restado atractivo a la zona. “La situación no es la misma de antes”, afirma.

Uno de los principales problemas es la falta de acceso y estacionamiento. Luis Ángel García, administrador de Blumin’s, explica que el único parqueo disponible fue demolido y no se ha reconstruido. “Sin parqueo, resulta casi imposible venir. Los visitantes deben dar múltiples vueltas para encontrar dónde dejar sus vehículos, lo que ha desmotivado a muchas personas a frecuentar la zona”, detalla.

### La herencia de los comerciantes españoles

La historia de la calle El Conde está estrechamente ligada a la influencia de los comerciantes españoles, quienes desde finales del siglo XIX desempeñaron un papel clave en su desarrollo económico y social. Empresarios como los fundadores de Blumin’s, una tienda que lleva más de 40 años en la zona, dejaron una huella indeleble en el paisaje comercial de la ciudad. Sin embargo, los cambios económicos y urbanos, junto con la llegada de grandes centros comerciales, han transformado el modelo de pequeño comercio que caracterizaba a estos empresarios.

Francisco (Paco) Pérez, presidente de la Cámara Oficial de Comercio de España en la República Dominicana, señala que la competencia, los cambios en los hábitos de consumo y las dificultades para acceder a financiamiento han sido factores clave en la desaparición de muchos negocios tradicionales. “Fomentar políticas de apoyo empresarial y brindar más formación en transformación digital puede ayudar a fortalecer a estas empresas”, afirma.

### Un futuro incierto

A pesar de los desafíos, la herencia de los comerciantes españoles sigue presente en la memoria colectiva y en algunos establecimientos que han logrado adaptarse a las nuevas dinámicas económicas. Sin embargo, el futuro de la calle El Conde sigue siendo incierto. Mientras algunos esperan que los esfuerzos de revitalización lleguen finalmente a esta emblemática vía, otros temen que el abandono y el deterioro sigan ganando terreno.

En su estado actual, la calle El Conde es más que un espacio comercial: es un recordatorio del paso del tiempo y de la urgencia de rescatar uno de los lugares más icónicos de Santo Domingo. Su historia, su cultura y su potencial turístico merecen una segunda oportunidad, pero el camino hacia la recuperación parece estar lleno de obstáculos.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Pinterest
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

No te pierdas ninguna noticia importante. Suscríbete a nuestro boletín.