Santo Domingo .-El Gobierno dominicano trabaja en la aplicación de una vacuna contra la peste porcina africana (PPA) y en la creación de un fondo de inversión en bioseguridad para modernizar el sector.
De acuerdo al ministro de Agricultura, Limber Cruz, la enfermedad está actualmente controlada y casi erradicada, lo cual representa un avance significativo para la industria porcina del país.
El funcionario explicó que, como parte de esa estrategia, se implementó un plan piloto con vacunas donadas por Vietnam, que demostró ser exitoso.
Ante estos resultados, las autoridades esperan adquirir el suministro necesario de vacunas para erradicar la PPA en su totalidad y ahora consultan otros laboratorios.
Cruz subrayó la importancia de que todas las granjas cumplan con las medidas de bioseguridad requeridas, como barreras sanitarias y procedimientos de control, para garantizar la efectividad de la vacuna y prevenir futuros brotes.
Un relanzamiento
El administrador del Banco Agrícola, Fernando Durán, anunció la creación de un fondo de inversión de 600 millones de pesos para fortalecer la bioseguridad en el sector agropecuario. Este fondo busca modernizar la infraestructura de las granjas porcinas, mejorar el perfil genético de los cerdos y reforzar las medidas de bioseguridad en el sector, detalló Durán.
Estos recursos permitirán implementar nuevas tecnologías y llevar a cabo una fase de reactivación en la industria porcina. “Con este fondo de inversión, estaremos en condiciones de iniciar una nueva etapa de transformación en la porcicultura dominicana”, declaró Durán durante el cierre del programa de control de la peste porcina africana del Comando de Incidentes para la PPA del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
El funcionario recordó que, durante los tres años en que se ejecutó el proyecto, el Gobierno dominicano, con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos, indemnizó a los productores afectados con casi dos mil millones de pesos.
Seguridad sanitaria
Otra medida para fortalecer la seguridad sanitaria es la instalación de seis incineradores en aeropuertos estratégicos, que servirán para gestionar de manera segura los desechos internacionales y reducir así el riesgo de introducción de enfermedades y plagas que afecten la producción local y la salud pública.
Jeromi McKin, representante de la Embajada de Estados Unidos, resaltó que la colaboración con el Gobierno dominicano no sólo representa un apoyo a la seguridad sanitaria de República Dominicana, sino que también fortalece la protección de toda la región contra la peste porcina africana.
McKin enfatizó que el cierre del programa no significa que la enfermedad haya sido completamente erradicada; simplemente ya no es considerada una emergencia, aunque sigue siendo un desafío para el sector.
De su lado, Silvia Kreindel, jefa del Comando del USDA, expresó que el cierre de este proyecto y la apertura de una nueva fase de protección implica que la enfermedad se mantiene bajo control, aunque persiste en mínima medida en algunas zonas del país.
Explicó que, aunque resulta difícil determinar la extensión total de la enfermedad en el país, el virus está presente en diversas áreas, y es crucial que los productores afectados reporten cualquier incidencia.
La experta recomienda evitar las prácticas de alimentación con desperdicio, señaladas como uno de los principales factores de propagación del virus.
“Al alimentar a los cerdos con residuos, se corre el riesgo de reciclar el virus, expandiéndolo a otras producciones”, advirtió.
Kreindel también subrayó la necesidad de crear zonas de contención sin cerdos en las áreas limítrofes con Haití, donde la situación epidemiológica no está completamente documentada.
.¿Cómo está el sector?
Tres años después de la detección de la peste porcina africana en el país, los grandes productores siguen considerando a los productores de traspatio como una amenaza para la propagación de la enfermedad.
Francisco Israel Brito, representante de la Federación Dominicana de Porcicultores, destacó que el sector porcicultor ha recuperado aproximadamente un 70 % de su nivel previo a la crisis por la PPA.
Brito subrayó que los pequeños productores, quienes constituyen la mayoría en el país, enfrentan serias limitaciones para adoptar las medidas de bioseguridad necesarias, lo que pone en riesgo la sanidad del sector.
“Muchos de los pequeños porcicultores han retomado su actividad tras el sacrificio obligatorio de sus animales, pero lamentablemente no cuentan con las medidas de bioseguridad necesarias”, afirmó Brito. al indicar que en la actualidad hay más de 16 mil pequeños productores de cerdo.
Explicó que la falta de recursos ha llevado a estos pequeños productores a operar sin las condiciones adecuadas, lo cual contrasta con el esfuerzo de las asociaciones más grandes y cooperativas que sí están implementando protocolos de seguridad.
Brito también resaltó el inició de este nuevo proyecto que el Gobierno colaborará con un plan de bioseguridad para apoyar al sector y recalcó la importancia de que las autoridades fortalezcan las acciones de bioseguridad externa.
Control
— Cerdo no vuela
En los aeropuertos dominicanos se ha confiscado más de 8,000 kilogramos de alimentos a base de carne de cerdo a pasajeros que intentaban sacarlos del país como parte de sus equipajes, dijo Limber Cruz.