Los Tampa Bay Rays cancelan proyecto de nuevo estadio en St. Petersburg
El equipo de béisbol anunció que no seguirá adelante con el ambicioso plan de construcción de un nuevo estadio en el distrito histórico Gas Plant, citando desafíos financieros y los daños causados por el huracán Milton.
¿Qué ocurrió?
Stuart Sternberg, propietario de los Rays, comunicó en un comunicado oficial que el proyecto de un nuevo estadio y desarrollo en St. Petersburg no avanzará en este momento. La decisión llega tras una serie de eventos imprevistos, incluyendo el huracán Milton, que dañó severamente el actual Tropicana Field.
El equipo debía aportar $700 millones para el proyecto de $1.300 millones, pero los desacuerdos con el consejo municipal sobre los costos y los impactos del huracán paralizaron los planes. Aunque el ayuntamiento aprobó bonos para financiar parte del proyecto, los Rays decidieron no continuar.
El futuro de los Rays
Mientras tanto, el equipo jugará en el campo de ligas menores Steinbrenner Field durante la temporada 2025. Las reparaciones en el Tropicana Field, que costarán aproximadamente $56 millones, están en marcha y se espera que concluyan en enero de 2026.
Este anuncio llega en medio de rumores de que el comisionado de la MLB, Rob Manfred, y otros propietarios presionan a Sternberg para vender el equipo. Aunque la liga quiere que los Rays permanezcan en Florida, grupos de inversores ya han mostrado interés en adquirir la franquicia.
Reacciones y próximos pasos
El consejo municipal de St. Petersburg lamentó la decisión pero expresó su compromiso con la comunidad. “Esperamos que los Rays encuentren una solución que beneficie a la región y al béisbol”, dijo un funcionario.
Mientras tanto, el equipo se prepara para iniciar su temporada 2025 el 28 de marzo frente a los Colorado Rockies en Steinbrenner Field.
¿Qué sigue?
La incertidumbre sobre el futuro a largo plazo de los Rays continúa, pero por ahora, el foco está en las reparaciones del Tropicana Field y en cómo el equipo enfrentará la temporada en un estadio temporal. La decisión de no seguir con el nuevo estadio marca un giro inesperado en la historia de la franquicia y deja abiertas muchas preguntas sobre su rumbo.