El béisbol ha cambiado, y no solo en el campo. Con la implementación del pitch clock en 2023, los partidos de la Major League Baseball (MLB) se han vuelto más rápidos, lo que también ha impulsado una revolución en la forma en que los fanáticos consumen alimentos y bebidas en los estadios. Los equipos y concesionarios han tenido que adaptarse a un ritmo acelerado, y la tecnología está jugando un papel clave para mantener satisfechos a los aficionados.
El impacto del pitch clock en las concesiones
El tiempo promedio de un partido en la MLB se redujo en 24 minutos en 2023, y en cuatro minutos más durante la temporada pasada. Este cambio, diseñado para acelerar el juego, también puso a prueba la capacidad de los estadios para servir a los fanáticos en menos tiempo. Sin embargo, un estudio realizado por Aramark Sports + Entertainment reveló que la reducción del tiempo tuvo un efecto marginal en el comportamiento de los consumidores.
¿La razón? Los estadios ya estaban en medio de una transformación. Los equipos optimizaron sus operaciones con anticipación, implementando tecnologías como pedidos móviles, quioscos de autoservicio y sistemas de pago sin contacto. Incluso el tradicional cañón de hot dogs se ha convertido en un símbolo de esta búsqueda por ofrecer comida rápida.
Tecnología al servicio de los fanáticos
Los estadios están adoptando soluciones innovadoras para agilizar las compras. Los Texas Rangers implementaron pedidos móviles para todos los visitantes en 2023, mientras que Fenway Park introdujo quioscos de autoservicio para celebrar su 111º aniversario. Los Pittsburgh Pirates, por su parte, utilizaron tecnología de visión artificial de Mashgin para facilitar pagos rápidos, ahorrando a los fanáticos millones de minutos en filas.
Además, la MLB está probando nuevas funciones en su aplicación Ballpark, como la posibilidad de pagar con billeteras digitales. Estas innovaciones se suman a experiencias como el reconocimiento facial para la entrada al estadio, que ha demostrado ser 2.5 veces más rápido que los métodos tradicionales.
Adaptándose a los nuevos hábitos
Con los partidos más cortos, los hábitos de los fanáticos también han evolucionado. Según Aramark, más del 40% de las compras en los estadios se realizan antes del primer lanzamiento. Para manejar esta afluencia, algunos equipos han ajustado sus promociones para incentivar llegadas tempranas y reducir la congestión previa al juego.
En Atlanta, los Braves abrieron una plaza de comidas cerca de la entrada más concurrida, lo que ha optimizado el flujo y la velocidad de servicio. Este enfoque refleja una nueva filosofía en el diseño de estadios, donde las actualizaciones se realizan de manera continua en lugar de esperar décadas para reformas masivas.
El equilibrio entre tecnología y tradición
Aunque la automatización ha ganado terreno, muchos fanáticos aún prefieren la experiencia tradicional. “Nuestros aficionados asocian el béisbol con la experiencia de la comida y la bebida”, dijo Hannah Basinger, vicepresidenta senior de operaciones de los Braves. “Y hacerlo de forma tan automatizada no es para todos”.
El objetivo, al final, es claro: mantener la esencia del béisbol, pero con un ritmo más ágil. Ya sea a través de tecnologías innovadoras o de los vendedores tradicionales, los estadios están demostrando que, incluso en un mundo acelerado, el encanto del juego sigue intacto.