Oklahoma City sorprende a Boston en un duelo que anticipa un posible enfrentamiento en las Finales de la NBA
En una noche cargada de intensidad y defensas implacables, los Oklahoma City Thunder demostraron por qué son un equipo que no debe subestimarse. Con una victoria ajustada de 118-112 sobre los Celtics de Boston en su propia cancha, los Thunder no solo aseguraron su lugar en los playoffs, sino que también enviaron un mensaje claro al resto de la liga.
Un duelo digno de las Finales
Este partido fue más que un simple enfrentamiento de temporada regular. Con un ambiente que recordaba a los playoffs y defensas que no daban respiro, tanto Oklahoma City como Boston dieron lo mejor de sí. Shai Gilgeous-Alexander, estrella de los Thunder, lideró a su equipo con 34 puntos, mientras que Chet Holmgren aportó un doble-doble de 23 puntos y 15 rebotes.
Por su parte, los Celtics vieron a Jayson Tatum anotar 33 puntos, pero su efectividad desde el perímetro fue limitada, con solo 4 triples de 13 intentos. Jaylen Brown, otra de las figuras clave de Boston, tuvo una noche complicada, terminando con 10 puntos y cometiendo faltas que lo sacaron del juego.
La defensa marcó la diferencia
La profundidad defensiva de ambos equipos fue uno de los aspectos más destacados del partido. Boston, conocido por su agresividad en ese aspecto, no pudo contener a Oklahoma City en momentos clave. A pesar de los esfuerzos de Jrue Holiday y Derrick White, los Thunder mantuvieron su calma y movieron el balón con precisión, culminando en triples cruciales como el de Isaiah Joe.
Del otro lado, Cason Wallace de Oklahoma City tuvo una actuación defensiva destacada, limitando a Brown a un pobre 0-de-4 en los minutos que lo marcó. Esto, sumado a la dificultad de Boston para anotar desde el perímetro (20-de-63 en triples), inclinó la balanza a favor de los Thunder.
Un resultado que deja preguntas
Aunque este partido no debe tomarse como un definitivo indicador de lo que podría ser una Final de la NBA, sí deja en claro que Oklahoma City tiene las herramientas para ser un rival incómodo para Boston. La ausencia de Kristaps Porzingis por lesión en los Celtics y la de Jalen Williams en los Thunder añaden matices al resultado, pero no restan mérito a lo que fue un duelo de alto nivel.
Un cierre que promete más emociones
Si este partido fue un adelanto de lo que podría venir en junio, los fanáticos del baloncesto tienen mucho que esperar. Con equipos que combinan talento, profundidad y defensa, tanto Oklahoma City como Boston demostraron que están listos para competir por lo más alto. El camino a las Finales está abierto, y este duelo solo hizo que la expectativa crezca aún más.
