El FC Barcelona se quedó sin municiones para poder anotar ante el Athletic de Bilbao y no pasaron del empate a cero en el Estadio San Mamés.
Era la oportunidad del conjunto culé de acercarse a la cima liderada por el Real Madrid, quien en la jornada sabatina empató en un revoltoso juego con el Valencia. Una derrota era impensable. Una paridad podría aceptarse, pero al ver la situación del conjunto Merengue, la única opción viable era ganar. Los tiradores quedaron escasos de goles y solo queda repartir un punto para cada club.
Un duelo que para el Barca resultó más difícil de lo pensado. Tuvieron aguantar el ataque incansable de Unai Gómez y Berenguer. Gómez desbordó, arremtió, probó desde lejos y hasta una volea se mandó. Sin embargo, André Ter Stegen no sufrió algún gol. Berenguer por su parte, tuvo la primera ocasión en un tiro al lateral de la red. Ágil con el balón. Probó desde una esquina del área. Peligroso constante ante Jules Kounde.
Todo eso se suma, a que perdieron al neerlandés Frankie De Jong, quien debió abandonar con molestias en uno de sus tobillos.
"Íbamos a por la victoria, no llegamos lo suficiente al área. Partido complicado y luchado. Un empate que quizás es mejor para ellos", rescató el arquero de los culés al final del partido a Movistar TV. Sobre todo al inicio del partido, cuando empiezas a tener sensaciones. Se caen dos jugadores claves. Aun así, creo que los que entraron lo hicieron bien".
Además de las bajas seguras de Pedri y Frenkie de Jong, el Barcelona tampoco podrá contar con Xavi Hernández y Ronald Araújo de cara al partido del próximo viernes ante el Mallorca. La razón es que los dos estaban apercibidos de sanción y vieron una amarilla. Se da la circunstancia que la tarjeta que vio el entrenador fue por protestar la amarilla que vio el central charrúa.
Así pues, será el hermano de Xavi, Óscar, el encargado de ocupar el banquillo del FC Barcelona de cara al partido contra el Mallorca que se jugará en Montjuïc.
